CASOS REGISTRADOS EN LAVALLE
Agrotóxicos: suman pruebas por la muerte de otro niño
Se trata del caso Ribero, fallecido el 12 de abril por uso indebido de pesticidas. La causa está abierta en el Juzgado de Instrucción Nº1. La Justicia envió un oficio a Producción, por el fallecimiento de Arévalo en 2011. Mientras que aún no se dan a conocer los resultados de la autopsia de José Ribero, el niño de 4 años fallecido el 12 de abril por uso indebido de agrotóxicos, aseguran que en los resultados de la orina confirman la presencia de órgano fosforado en su organismo.
Así lo afirmó Julián Segovia, abogado de la familia Ribero quien está al frente de la causa que está siendo investigada por el Juzgado de Instrucción Nº1 de Goya.
El letrado sostuvo, todo parece indicar que los resultados de los análisis son compatibles con un relevamiento particular que se realizó en la zona donde habitaba el niño con sus padres. Allí, encontraron residuos de un producto denominado Temic.
El análisis se llevó a cabo antes de que el niño fuera derivado de urgencia al hospital Garrahan de Buenos Aires, donde perdió la vida luego de una larga agonía.
“Estos elementos probatorios están siendo investigados por el Juzgado, en tanto resta sumar los resultados de la autopsia a cargo de la División Químico Legal del Poder Judicial de Corrientes”, informó a época Segovia.
En tanto días atrás el Juzgado de Instrucción Nº2 de Goya envió un oficio al Ministerio de Producción de la Provincia para comunicar que durante 2011, tuvo lugar la muerte de Nicolás Arévalo, otro niño del Paraje de Puerto Viejo, en Lavalle, cuyo deceso fue comprobado por incidencia de un producto clorado denominado alfa endosulfán.
El oficio fue enviado en virtud de las declaraciones del ministro Jorge Vara, quien dijo en el marco de un programa televisivo que no estaba comprobada la muerte de este niño por uso indebido de agroquímicos.
En ese contexto, la comunidad de Lavalle, organizaciones intermedias, entre otros sectores, están a la espera del esclarecimiento de estos casos, y que la Justicia se expida, dado que en la localidad existen unas 1800 chacras, muchas de ellas instaladas en el ejido urbano, lo cual es perjudicial para los pobladores.
Días atrás, la madre de Ribero, María Eugenia Sánchez, en diálogo con época había expuesto la necesidad de que avance la investigación y Justicia se determine, dado que no se sabe “cuántos otros niños habrían muerto” por incidencia de pesticidas.
Jueves, 21 de junio de 2012
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