El gobernador Gustavo Valdés, el vicegobernador Gustavo Canteros y el presidente de la Cámara de Diputados Pedro Cassani encabezaron la ceremonia en la cual el arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna fue declarado Ciudadano Ilustre.

En los considerandos de la declaración de Ciudadano Ilustre, contenidos en la Ley N° 6465, sancionada por la legislatura provincial el 4 de octubre de este año, y promulgada por el Poder Ejecutivo se expresa que “dicho reconocimiento público tiene sus fundamentos en la ardua labor de pacificación social, que el sacerdote despliega en estas tierras desde su llegada, en 1994; siendo además un justo homenaje a quien inculcó -desde su rol eclesiástico- los valores de la verdad, la justicia, el perdón, y la reconciliación”.

“Moseñor Castagna tiene una larga y esmerada labor pastoral. Este es un merecido reconocimiento por su labor pastoral y por su contribución a la difusión de valores católicos y democráticos, de respeto a la Iglesia y a las instituciones republicanas durante más de dos décadas.” expresó Canteros.

Castagna vive hace más de veinte años en nuestra provincia, ejerciendo con idoneidad su función. El 22 de junio de 1994 el Papa Juan Pablo II lo promovió a Arzobispo de la Arquidiócesis de Corrientes, tomando posesión de la misma el 27 de agosto de ese año, hasta el 27 de septiembre de 2007, fecha en la que el Papa Benedicto XVI aceptó su renuncia presentada de acuerdo al Derecho, convirtiéndose en Arzobispo Emérito de Corrientes y Administrador Apostólico de esta Arquidiócesis.

Entre sus principales publicaciones se encuentran: “Misión evangelizadora de la Vida Consagrada” (1976); “Eucaristía, anonadamiento y amor”. (1987); “María, Maestra de vida”. (1989); “Muéstranos al Padre”. (1991); “Ser pobre, hacia una cultura de la pobreza”. (1994); “Ser Santo… ¿es posible hoy?”. (1997), todas ellas editadas por la Editorial Claretiana de Buenos Aires. La nueva Editorial: “La Palabra” se inició con una obra suya: “El secreto de Teresa de Lisieux” (1997).

Se desempeñó como presidente de la Comisión Episcopal de Ministerios, de la Conferencia Episcopal Argentina, y, posteriormente, presidió la Comisión Episcopal de Vida Consagrada, fue Delegado Episcopal para los Institutos Seculares, también fue Delegado Episcopal para los Congresos Eucarísticos y posteriormente lo fue para las Causas de los Santos. En el período 2002-2005 se desempeñó como Vicepresidente Segundo de la C.E.A. Representó al Episcopado Argentino en los Sínodos Episcopales sobre el sacerdocio ministerial (1990) y sobre la Vida Consagrada (1994), como también en la IVª Conferencia Episcopal Latinoamericana de Santo Domingo (1992).

Actualmente reside en la casa del Arzobispo Emérito, ubicada en el Solar Histórico de la Cruz de los Milagros en la ciudad de Corrientes.

Jueves, 18 de octubre de 2018