Los piquetes llegaron a la crisis en Cataluña. En medio de la tensión por la huida del ex presidente de la región, Carles Puigdemont, a Bélgica, luego de su arresto y consecutiva puesta en libertad vigilada, las calles se encuentran cortadas en reclamo por la libertad de los funcionarios detenidos por España.

Esta semana, Puigdemont ya había hecho el pedido en las redes sociales, donde había acusado al gobierno de Mariano Rajoy de antidemocrático. Ahora, es la sociedad la que reclama.

La circulación en Cataluña se ve afectada por numerosos cortes de rutas, autopistas y vías de ferrocarril en el marco de una huelga organizada por un sindicato independentista. La iniciativa fue convocada por la intersindical independentista CSC en protesta también contra la precariedad laboral y el decreto del gobierno central que facilitó la salida de empresas.

Según el Servicio Catalán de Tránsito, hay cortes en más de 50 puntos de la red de rutas, incluyendo en autopistas de gran tránsito como la AP-7, que comunica toda la costa mediterránea desde Francia a Andalucía, o la A-2, que comunica Barcelona con Madrid.

Grupos de manifestantes con banderas independentistas y pancartas reclamando la libertad de los independentistas presos realizaron estos cortes, como en la estación del tren de alta velocidad de Girona, donde cientos de ellos forzaron el cordón policial para descender hasta las vías y cortarlas.

"¡Atención! Grandes problemas en todo el núcleo de cercanías por invasión de personas y objetos en las vías", anunció el servicio de trenes de cercanías catalán (Rodalies Catalunya) en Twitter. Por su parte, el metro funcionaba con servicios mínimos.

A diferencia de la huelga general del 3 de octubre, en protesta por las cargas policiales contra el referéndum de independencia inconstitucional, que tuvo un gran seguimiento, el de hoy parecía menor en Barcelona.

Miércoles, 8 de noviembre de 2017