El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) dio a conocer ayer los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares en la que da cuenta de los números de la pobreza e indigencia en los grandes conglomerados urbanos del país. La medición general resultó positiva para el Gobierno nacional, dado que -aunque mínima- seguramente exhibirán que la pobreza disminuyó aun cuando todavía se encuentra en niveles muy altos porque alcanza a un tercio de los argentinos (Más información página 18).

Pero los indicadores no se presentaron iguales para los correntinos. De hecho, quedó en evidencia que las condiciones empeoraron en lugar de mejorar. De acuerdo con los números difundidos ayer, Corrientes se encuentra segunda entre los distritos más pobres e indigentes del país por debajo de Santiago del Estero y respecto de la región Nordeste, encabeza los indicadores, por encima de Resistencia, Formosa y Posadas. Comparando los números del primer semestre de este año respecto del segundo semestre del año pasado, la cantidad de correntinos pobres que cayeron en la indigencia y que en la actualidad no cubren las necesidades básicas, siquiera alimentarias, es de 10.000 personas más. Para hacerlo más gráfico aún, se puede señalar que cuatro de cada diez correntinos carecen de lo necesario para vivir. En 2016 había 23.989 correntinos bajo la línea de indigencia, seis meses después hay 34.269, lo que arroja 10.280 personas más que vieron empeorar su condición en menos de un año. Los números no son alentadores, plasman una realidad que no se condice con muchos de los anuncios que se hacen a diario por parte de los funcionarios de la jurisdicción que fuera, municipal, provincial o nacional. En la cuenta regresiva de las elecciones provinciales para elegir a quienes gestionarán el futuro de los correntinos, estos datos deberían ser analizados con mucha seriedad. s

Sábado, 30 de septiembre de 2017