Casi un mes antes de que Sus Majestades se pasen por tu hogar, tus hijos participan ya de uno de los rituales navideños que más ilusión les hace: escribir la carta a los Reyes Magos.
Y tú como padre, cuentas la lista desorbitada que los pequeñajos han elaborado con tanto esmero, intentando buscar una respuesta a su pregunta de “¿por qué no podemos pedir tantas cosas?”

Tal vez tus hijos sean de los que rodean con un círculo gigante lo más admirado de los supercatálogos, que los grandes almacenes se encargan de hacerles llegar, asegurándose de que sea el libro más leído de todo el curso escolar.

O puede que tus niños sean de los que se quedan embobados en los anuncios televisivos que más colores y movimiento les ofrecen. O de los que piden lo mismo que sus compañeros de clase.

Al final, todo se concreta en una carta en la que plasmaran sus ilusiones y antojos, y tu labor como padre comienza con el filtro que tienes que hacer antes de llegar a la tienda.

Por eso, es fundamental dejarles libertad a la hora de realizar esta misiva, sí, desde luego; pero si no quieres encontrarte leyendo cosas como “un perro” (que no sabes quién va a sacar a pasear) o “una canasta para poner en el patio que no tienes”, más vale que supervises el momento en el que tus hijos se lanzan a escribir como si no hubiera un mañana.

Seguro que como padre lo que más te importa es que tus hijos abran esos regalos con ilusión, y ésta permanezca cuando descubran lo que hay tras el envoltorio. Lógico y normal.

Disfrutas de sus caras de sorpresa y felicidad y quieres retener esos instantes. Sin embargo, hay que hacer hincapié en que el regalo no termina cuando lo sacan de las cajas, más bien ahí comienza el proceso de juego, en el que como padre tú también eres parte esencial (casi tanto como las pilas y las instrucciones)

Le regales lo que le regales, te aseguro que lo que más va a recordar toda su vida es el tiempo que dedicó después a compartir ese juego con sus padres y amigos.

Y no te agobies, porque tienes el resto del año para acercarte a su mundo de vez en cuando y disfrutar tú también de unos minutos en los que todo es posible y la imaginación triunfa.

Así que, póntelo fácil en el momento de las compras, que luego repercutirá en los juegos familiares de los meses posteriores. Te dejo algunas sugerencias para guiarte y acompañarte en esta labor:

Queridos Reyes Mayos,

#1. Menos es más.

No me traigáis tantos regalos que me quede tan abrumado que no sea capaz de decidir con qué empezar a jugar.
Si tengo demasiados, mi capacidad de atención está más limitada y acabaré pasando de un juguete a otro, sin detenerme realmente en ninguno.
Y si al final os pasáis de generosos, podéis ir dándomelos gradualmente en los meses posteriores, los disfrutaré mucho más.
#2. Algo para jugar con mis amigos y papás.

Aprovechad la ocasión para traerme cosas que pueda compartir con mis hermanos, amigos o compañeros.
Me encanta cuando papá y mamá se sientan un rato y juegan conmigo.
#3. Algo que me haga pensar, imaginar y crear.

No siempre tengo que tener el coche o la muñeca que más parecido tiene con la realidad, también me gusta dibujar y moldear mis propios juguetes, convertir una pieza en un dinosaurio o hacer croquetas con arcilla.

#4. Algo que me ayude a desarrollar mis habilidades y talentos.

Miradme cuando juego, observad qué me gusta hacer para entretenerme, qué habilidades tengo, qué aptitudes, qué cosas se me dan bien, cuáles han sido mis últimos logros, etc.
Traedme juegos y materiales que sigan dejándome desarrollar mis capacidades.
#5. Algo elegido por mí.

Sé que tenéis que escuchar a mis papás, abuelos, tíos etc., y su opinión es importante, pero fijaos en lo que me apasiona el resto del año, no sólo en estas fechas.
Nunca reparo en el precio ni en el tamaño, lo sé, de eso se encargan mis padres, si os dicen que es demasiado caro o grande, buscad una alternativa que esté relacionada con mis preferencias y gustos… ¡por fa!
Quiero finalizar dejándote algunos enlaces interesantes que pueden serte de gran utilidad para guiarte en estas y otras fechas a la hora de elegir los mejores juguetes para los pequeños de la casa:

Guía del juguete, escrita por una entidad sin ánimo de lucro como Aiju, expertos en juego e infancia, que prueban los productos y sólo recomiendan los que superan los estándares de calidad.
Guía del Juguete de Madrid con recomendaciones prácticas para las familias, con un listado de juguetes clasificados según la etapa infantil, información sobre la normativa en juguetes, etc.
Guía de juguetes accesibles: una selección de juegos y juguetes educativos y lúdicos adaptados a las necesidades de los niños con diferentes capacidades. Un catálogo de novedades para “aprender jugando” tanto en casa, como en terapia o en un centro educativo.
Juegos y juguetes no sexistas. Guía elaborada por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades con el objeto de que niños y niñas se imaginen en distintas profesiones y cuidando a su familia independientemente de su género.

Lunes, 2 de enero de 2017