Investigadores del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (Cecoal) realizaron una cartografía de riesgo de lugares representativos de las principales situaciones que generan inundaciones y anegamientos en la provincia de Corrientes.

Debido a la magnitud del impacto de este fenómeno hídrico en áreas urbanas de los últimos tiempos, los becarios se plantearon la necesidad de realizar un aporte para la generación de información que permita el abordaje de las inundaciones y anegamientos en la provincia de Corrientes.
Identificaron tres situaciones relacionadas con los riesgos de inundaciones y anegamientos: por desbordes de los principales ríos (Paraná y Uruguay), el caso de Itatí; por desbordes y anegamientos de cursos autóctonos, el de San Roque; y por anegamientos de áreas deprimidas, el de Felipe Yofre.
Mediante el análisis de imágenes satelitales, lograron discriminar aquellos sectores de cada comuna que se encuentran bajo riesgo de inundación y/o anegamiento por hallarse dentro de los respectivos valles de inundación.
El análisis espacial permitió delimitar con precisión el río, arroyo o curso de agua, y posteriormente establecer las áreas de cada localidad que se encuentran dentro de la zona de riesgo.
A partir de la información generada, se confeccionaron cartografías temáticas de riesgo por inundación y anegamiento de cada localidad. En tanto adelantaron que la intención es progresivamente ir incorporando otras localidades al diseño cartográfico.

Caso significativo
“Uno de los ejemplos más significativos, de la importancia de la cartografía, es el caso de San Luis del Palmar, donde existen 40 manzanas construidas dentro del valle de inundación del arroyo Riachuelo, lo que explica por qué sufre reiterados casos de inundaciones luego de abundantes precipitaciones”, explicó la licenciada, Mariana Paola Odriozola.
También se tuvo en cuenta una cuestión socio económica. Por ello indicaron los investigadores que los antecedentes sobre la ocupación de nuevos espacios como resultado del crecimiento espacial de las ciudades, indican que la falta de lugares propicios para su extensión conlleva a que aquellos sitios más favorables sean muy demandados y por consiguiente aumente el valor de la tierra asociado a la especulación inmobiliaria.
Como consecuencia de ello, se ocupan espacios que naturalmente son anegables, aumentando la exposición de la población al riesgo de anegamientos tras lluvias intensas o inundaciones por desborde de ríos.

Viernes, 4 de noviembre de 2016