Se separaron en medio de un escándalo. El se fue del país y volvió en compañía de otra, pero con la determinación de reconquistar a la madre de su hijo. Ella le dio una segunda oportunidad y las críticas no tardaron en llegar.

La separación, a mediados de 2015, terminó en escándalo. Los rumores de infidelidad y las denuncias por violencia de género dejaban poco margen para imaginar un regreso. Los dos se embarcaron en nuevas relaciones, él con Militta Bora, con la que hasta llegó a compartir tatuaje, una marca indeleble que prometía algo más que una aventura fugaz. Pero al parecer la historia entre Daniel Osvaldo (30) y Jimena Barón (28) no estaba cerrada. La idea de un acercamiento empezaba a ser una posibilidad, pero ante la incredulidad de algunos que veían imposible el perdón de la actriz al futbolista xeneize, llegó la imagen que todos esperaban. Así es como la pareja oficializaba su reconciliación y dejaba atrás el sinfín de reproches, las declaraciones cruzadas y el engaño. Los pasados días, la actriz y el jugador salieron de almorzar de un restó de Palermo con su hijo Morrison (2) y así, en plena salida familiar, hicieron frente a las cámaras sin ocultar que todo volvía a la normalidad. Se los pudo ver relajados, distendidos, disfrutando del descanso que el fútbol local imponía y liberaba a Osvaldo de los entrenamientos para pasar tiempo con su hijo y su mujer. Después de dejarse fotografiar se subieron a la camioneta de él y emprendieron regreso a la casa de Jimena. El tiempo curó las heridas y las conquistas del delantero de Boca, la modelo Benedetta Mazza, que lo acompañó en su regreso al país y la también blonda Militta Bora, son historia antigua. Por su parte, Jimena había dado por terminada su relación con Matías Tasín para volver con el padre de su hijo.

Lunes, 11 de abril de 2016