El último suceso resonante en la comunidad de Goya, tiene que ver con un suicidio. Y entorno a esto he leído un artículo de opinión de la profesora Gladys Hanke, que se interesó en el tema y llamó a la reflexión. Destaco que es importante interesarse por la problemática, y no esconderla. Pero a su vez quiero desmitificar ciertas cuestiones porque es importante que la gente se informe por sobre todas las cosas. Hay veces que opinamos mal, desde un punto de vista personal, por mal información o por desinformación. Por ello creo indispensable aclarar algunos aspectos.

¨…fue a rehabilitarse en Concepción del Uruguay porque en Goya no hay ningún centro de rehabilitación…¨

¨…Hacen falta profesionales, instituciones y sobre todo hace falta que la sociedad tome conciencia de que la droga está entre nosotros y destruye a nuestros jóvenes, y las autoridades y vecinos actuemos¨.

¨Padres, docentes, vecinos, autoridades no permanezcamos indiferentes. Salvemos a nuestros jóvenes ya.¨

Si bien en el 2009 no existían centros de rehabilitación en nuestra ciudad, funcionaban grupos de ayuda para adictos a drogas y alcohol. En la actualidad contamos con un centro interdisciplinario e integral para el tratamiento de adicciones. El cual para su inauguración el 26 de febrero del corriente año, la Fundación Ayudar que lo impulsa, envió invitación a todos los colegios e instituciones educativas, y ninguno estuvo presente.

¨…En las escuelas a pesar de las carencias estos alumnos son queridos, atendidos y se trata de ayudarlos. Pero no alcanza con la buena voluntad…¨

Continuando con el párrafo anterior, en la inauguración del primer Centro de Rehabilitación de Goya no estuvo presente ningún docente. Y ninguno se acercó a la Fundación ni si quiera telefónicamente para ofrecer su « buena voluntad », o para pedir asesoramiento profesional sobre cómo enfrentar estas problemáticas en las escuelas, o como ayudar a los alumnos adictos (que no solo lo son los dependientes a drogas, sino que también los hay bulímicos, anoréxicos, ludópata, entre otros).

¨…pero no aguantó estar lejos y volvió¨.

El adicto nunca aguanta un tratamiento hasta que acepta las normas para recuperarse. Al tratamiento lo debe sostener la familia, ya que sin ella no hay rehabilitación. La familia debe acompañar al adicto marcando los límites y normas puestas por la institución, y no dejarse manipular por el adicto para abandonar el tratamiento.
Si carece de familia o de tutor responsable solo se recupera si el adicto tiene la voluntad de hacerlo (esto es posible), por el estrés Psicológico que le produce la adicción.

¨Pedro es el emergente de una sociedad vacía que mira para otro lado, en la que el ser humano es apenas un número, una estadística…¨
Gracias a Dios no es así. Habemos muchos en la sociedad que no miramos para otro lado. Es por ello que nos interesamos por estudiar estas cuestiones y emprender acciones de prevención, de promoción de la salud mental, y también es por ello que siendo conciente de que a lo mejor moleste un poco, debemos salir a corregir ciertos epítetos para desmitificar ciertas cuestiones.
CREO IMPORTANTE AGREGAR
La influencia en el suicidio que tienen los medios de comunicación

Con la publicación de Romeo y Julieta de William Shakespeare, numerosos adolescentes identificados con los personajes, y sus turbulentos amores, terminaron sus vidas por suicidio. William Farr, en 1843, consideró que «no hay mejor evidencia que el efecto imitativo de la conducta suicida» (por ello nunca se deben emplear términos como: «otros Pedro Alegre»). El término «Efector Werter» fue acuñado por D.P.Phillips, en 1974, para describir el efecto de la sugestión en la conducta suicida. Johan W. Von Goethe, en 1974, publicó su novela «The sorrow of young Werther» (Las penas del jóven Werter) en la que se cuenta la historia de un jóven talentoso quien, desesperado por pasiones amorosas, se suicida mediante un disparo en la cabeza. Su venta tuvo que ser prohibida en diversos lugares de Europa porque desencadenó numerosos suicidios en jóvenes mediante el mismo método. El «Efecto Yukiko» es un término similar al anterior y utilizado en el Japón para referirse a la imitación de la conducta suicida. Numerosos suicidios en adolescentes y jóvenes sucedieron después de las noticias sensacionalistas del suicidio de Yukiko, estrella japonés de rock. Las noticias sensacionalistas sobre el suicidio de una personalidad pública pueden precipitar el suicidio de personalidades vulnerables, sobre todo adolescentes y jóvenes, por lo que se recomienda: no debe aparecer la noticia en primera página, ni fotos del fallecido; se tiene que evitar describir con lujo de detalles el método utilizado. (Ejemplo del parte de prensa del caso en cuestión: ¨…dado que fue hallado por una de sus hermanas, colgado del tirante del dormitorio atado con una sabana…¨). No deben ofrecer explicaciones simplistas ni únicas, pues los suicidios responden a causas biológicas, psicológicas y sociales. No hay que justificar el suicidio con valores morales dignos de imitarse como valentía, amor, dignidad, honor; y mucho menos victimizar al suicida (por ejemplo llamándolo con diminutivos: ¨Pedrito¨, o comentando cuan triste fue su historia de vida: pedro consumía drogas, tuvo una infancia bastante triste, su padre era alcohólico y murió en la vía del tren. Pedro se crió con su abuela).

PARA FINALIZAR

Quiero reiterar que es muy importante la acción de que los docentes se interesen por la cuestión, ya que tienen un rol fundamental para poder prevenirla. Por ello, quiero aclarar que la Fundación Ayudar está dispuesta y con las puertas abiertas para todos los docentes o ciudadanos en general, que deseen informarse, y para todas las instituciones educativas que precisen ayuda. Para ello contamos con profesionales especializados en psiquiatría, psicología, coordinación terapéutica en adicciones, seguimiento clínico, cardiológico, nutricional. Basta con acercarse de lunes a viernes de 9:00 a 13:00 y de 15:00 a 20:30, llamar al 03777-420605 o visitar nuestra web www.fundacionayudar.com.ar

Marcos Damián González
DNI:33.310.250

Jueves, 8 de abril de 2010