El equipo de Pablo Guede se floreó ante un Boca pálido, tibio y sin ideas. Belluschi, un par de Barrientos y Blandi, los autores de los tantos para que el Ciclón sume una nueva estrella a su palmarés. ¿Seguirá Arruabarrena?

Con momentos de buen juego y mucha efectividad para pulverizar al rival, San Lorenzo se quedó esta noche con la Supercopa Argentina al ganarle 4 a 0 a un endeble Boca en el estadio Mario Alberto Kempes.

El primer gol lo marcó Fernando Belluschi, de zurda y con una gran volea, a los 43 minutos del primer tiempo después de un desborde de Julio Buffarini por derecha.

En el complemento, Pablo Barrientos liquidó la historia a los 28 y 38 minutos, mientras que Nicolás Blandi redondeó la goleada a los 43. San Lorenzo superó casi siempre a un Boca que fue demasiado cauteloso en la primera etapa y, cuando arriesgó para ir en busca del empate en la segunda, lo liquidó a partir de la lucidez de un Belluschi, muy bien secundado por Barrientos y Néstor Ortigoza.


En la primera etapa, San Lorenzo salió más decidido a llevar el pase del partido y manejó más los tiempos a partir de la tenencia del balón ya que se encontró con un Boca plagado de muchos jugadores de corte pero pocos de juego.

Tal como sucediera en el segundo tiempo frente a Patronato, quedó claro que el equipo de Pablo Guede se siente cómodo atacando por la franja derecha. Sobre ese carril, Belluschi manejó los tiempos con un Buffarini que le pasaba al ataque y con un Ezequiel Cerutti que, plantado como extremo, es letal en el mano a mano.

Por esa zona, siempre había superioridad numérica de futbolistas de San Lorenzo ante un Jonathan Silva y Juan Insaurralde que perdían casi siempre. Boca por momentos le pudo cortar los circuitos en la mitad de la cancha a su rival, pero a la hora de atacar quedó librado a lo que pudiera hacer un solitario Carlos Tevez.


En el rubro llegadas, San Lorenzo contó con dos chances claras: en una falló Marcos Angeleri y en la otra, Agustín Orión le ganó en el mano a mano a Martin Cauteruccio. Por su parte, el equipo de Arruabarrena pudo haber marcado luego de un pelotazo largo de Daniel Díaz en el que Tevez se las ingenió para ganarle a los centrales y definir apenas cerca de un palo.

Cuando parecía que se iban al descanso sin lastimarse, Ortigoza habilitó a Buffarini, éste desbordó por derecha y el centro atrás encontró a Belluschi, que la paró con derecha y definió con izquierda.

Consciente que necesitaba más fútbol e intérpretes más vinculados a la faceta ofensiva, el "Vasco" apeló a un doble cambio al iniciar el segundo tiempo: Daniel Osvaldo y Fernando Gago ingresaron por Peruzzi y Pérez.


Con este escenario, el partido se hizo mucho más parejo ya que Boca se adelantó más en el campo y sumó variantes, además, con el ingreso de Nicolás Lodeiro en lugar de un Chávez que no termina de afianzarse. San Lorenzo perdió el monopolio del balón y de a poco se terminó retrasando en el campo de juego a partir que Gago comenzó a manejar los tiempos del partido y porque Osvaldo supo tirarse atrás para ser parte del circuito ofensivo.

El duelo estaba bastante claro: Boca buscaba el empate y San Lorenzo intentaba concretar algún contragolpe porque tenía espacios. El "xeneize" pudo haber empatado en una muy buena jugada en la que Osvaldo asistió a Meli, pero el arquero Torrico le ganó en el mano a mano.

En cambio, San Lorenzo no perdonó a partir en una jugada en la que otra vez la línea defensiva de Boca volvió a lucir muy endeble. Belluschi rompió líneas con un pase filtrado, Barrientos le ganó en el pique al Cata Díaz y, luego de amagar a tirar el centro para que Blandi definiera, "fusiló" a Orión para cerrar el pleito.

En los minutos restantes, Boca se volcó decididamente en ataque, pero a excepción de un cabezazo aislado de Insaurralde no creó peligro. En cambio, San Lorenzo fue más criterioso para hacer circular el balón a partir de la inteligencia de Belluschi y Ortigoza y hasta se dio el lujo de clavar un golazo de tiro libre a partir de la fina zurda de Barrientos.

Lejos de resignar la vocación ofensiva, el equipo de Guede aprovechó las ventajas del rival y luego de una combinación Belluschi-Barrientos, Blandi puso la frutilla del postre.

Jueves, 11 de febrero de 2016