ESTE MIÉRCOLES
El Obispo presidirá la misa del miércoles de cenizas en la Gruta de Lourdes
El miércoles 10 de febrero, comienza la Cuaresma con el rito de imposición de las cenizas. Se inicia un período de 40 días en el cual los cristianos se dedican a la oración, la limosna y los actos de misericordia. El obispo, Adolfo Canecin presidirá la celebración en la Gruta de Lourdes a las 20.30. También habrá misas en la Catedral a las 20, asimismo en parroquias y capillas de la ciudad.
Las misas del Miércoles de Cenizas, serán las siguientes:
19.00 Hs. Capilla Virgen del Carmen
20.00 Hs. Catedral
20.00 Hs. Parroquia Itatí
20.00 Hs. Cuasiparroquia San Pantaleón
20.00 Hs. Vicaría Sagrada Familia
20.30 Hs. Gruta de Lourdes (presidida por monseñor Canecin).
20.30 Hs. Parroquia La Rotonda
En este día, en el que se practica el ayuno y la abstinencia de carne, se efectúa el rito de la imposición de la ceniza en la cabeza de los fieles. Se trata de las cenizas de los ramos de olivo del año anterior.
El signo es penitencial, por eso el sacerdote, al imponer estas cenizas, dirá: "Recuerda que eres polvo y al polvo volverás". Una frase que proviene del libro del Génesis y que recuerda a todo hombre y mujer su condición limitada y mortal y que debe poner su confianza en el Señor, único Dios.
Durante estos días la liturgia adopta para las celebraciones el color morado símbolo de la austeridad cuaresmal.
La Cuaresma
Este tiempo litúrgico llama a la conversión para preparar la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirse de los pecados y cambiar para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
La Cuaresma dura 40 días; comienza el miércoles de Ceniza y termina el Domingo de Ramos, cuando se inicia la Semana Santa. El color litúrgico es el morado, que significa penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.
En la Cuaresma, Cristo invita a cambiar de vida. La Iglesia invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. También para vivir una serie de actitudes cristianas que ayudan a parecerse más a Jesucristo. Practicando las obras de misericordia corporales y espirituales.
Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna, es tiempo de misericordia. Cada día, durante toda la vida, se busca desterrar del corazón el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen al amor a Dios y a los hermanos. También se aprende a conocer y apreciar la Cruz de Jesús.
La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estadía de los israelitas en Egipto.
Como todos los años, se hace público el mensaje del Santo Padre para este tiempo litúrgico. El lema elegido para este año por Francisco es «Misericordia quiero y no sacrificio».-
Martes, 9 de febrero de 2016
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