Después de varios años dedicada al baile, debuta como actriz en Pequeña gran mujer, donde contará su difícil historia de vida. Cuenta cómo los viajes cambiaron su manera de pensar, y confiesa que no está solita. Y adelanta cuándo blaqueará su nuevo noviazgo.

Después de varias temporadas luciéndose como bailarina, Noelia Pompa (28) desembarcará en la actuación. Con Pequeña gran mujer, el espectáculo que la tendrá como cabeza de compañía en el teatro Holiday, en Carlos Paz, proyecta iniciar un nuevo camino profesional y mediático. Autorreferencial, en la tablas contará su historia de vida, que tantas angustias y alegrías supo generarle. “Estoy muy contenta después de terminar la última semana de Stravaganza. Estoy enfocadísima con lo nuevo del verano, un protagónico acerca de mi historia. Tendrá un montón de cuadros que adornan aún más la idea de mostrar que los sueños se cumplen, un poco lo que me pasó a mí en este tiempo, y la gente fue testigo de toda la repercusión mediática que hubo a partir del Bailando por un sueño y demás… El espectáculo también va a tratar esa parte que pocos conocen, que acumulo desde que nací acerca de cómo llevar la vida con estos pocos centímetros y con una realidad que, a veces, pintaba dura. Y cómo, sin embargo, uno se enfoca en los sueños, apunta alto y ahí es donde quiere llegar. Y fui firme con ese objetivo”, adelantó la artista.
–Lizy Tagliani y vos harán obras autorreferenciales. ¿Por qué creés que las historias de ustedes llaman la atención?
–Este espectáculo, aparte de generarme una gran responsabilidad no sólo por contar mi historia sino por encabezar, me da la posibilidad de actuar, algo que no venía haciendo. Sé que después de esto se van a abrir otras puertas en lo actoral, y es lo que me interesa. Me encantaría hacer cine. Gracias a Dios puedo vivir de lo que me gusta hacer, y eso es algo afortunado, algo que no todos logran. Soy una persona muy agradecida por eso, pero aún soy una laburante, y como el país está complicado no pude concretar algunos de mis proyectos personales.
–¿Dentro de esos proyectos está el de comprarte tu primer departamento, tener tu casita?
–Sí, vamos por ese camino, por el de tener mi hogar. Lo bueno es que como también me gusta viajar, me puedo dar esos gustos que en otro momento no hubiese podido. Eso es lo lindo, también, de esta profesión. Viajar te permite conocer y abrir la cabeza. Hace poco nos fuimos a Nueva York con Flavio Mendoza y con Stravaganza. Nunca imaginé que se iba a dar tan pronto. Ahí te das cuenta de que irte a otro lado por un tiempito te amplía ideas, te ayuda a reafirmar algunas convicciones y quizá también a cambiar otras. Además, conociendo otras culturas vas modificando tu manera de pensar. Cuando fui a Estados Unidos, me encantó que nadie se da vuelta a mirar a nadie, que no me miraban raro, que cada uno está en su mundo. Eso es algo que acá, en Argentina, lo padecí muchísimo. Eso me hizo dar cuenta de que es una cuestión cultural y que, simplemente, el cambio tiene que ser de uno, porque si como sociedad no se cambia, tampoco se puede dejar de vivir por eso.
–Hablemos de tu corazón. Tiempo atrás se te vinculó con Maxi de la Cruz, ex compañero de Stravaganza, con quien vas a trabajar en tu nuevo show…
–No eran ciertas esas versiones. Con Maxi nunca pasó nada. Sólo teníamos muy buena onda como compañeros de trabajo. Pero a nivel sentimental nunca tuvimos nada que ver.
–Aclarado, entonces. ¿Hoy estás de novia?
–Estoy con alguien, con una persona que no tiene nada que ver con el espectáculo.
–¡Epa! ¿Estás enamorada?
–Estoy muy bien, pero por ahora no quiero hablar demasiado, prefiero mantener cierta reserva. Si prospera, si avanza, durante el transcurso del verano puede haber novedades y blanqueo. A veces las cosas cambian, se modifican muy rápido. Por eso prefiero esperar un tiempo más, y después que se se haga público, si se tiene que hacer.

Lunes, 14 de diciembre de 2015