A 20 minutos del cierre de listas, las autoridades del PL decidieron retirar el sello de la alianza Encuentro por Corrientes y presentar lista propia, la que la convención había votado el viernes a la mañana. Dicen que ahora todas las partes se encolumnaron detrás de la decisión, el mal menor después del feroz desplante del oficialismo que fue la consecuencia de las fracturas internas del propio partido de Torrent.

A las 23.40 de ayer, a 20 minutos del cierre de lista previsto por el calendario electoral vigente para las elecciones generales legislativas del 5 de julio, los apoderados del Partido Liberal resolvieron retirar el sello de la alianza Encuentro por Corrientes y anotar los candidatos que eligió la Convención “oficialista” para que compitan, en soledad, por alguno de los 20 escaños parlamentarios que se renuevan este año.
Las negociaciones fueron arduas y no sin fuertes pases de factura, pero al final todos los sectores, sin deponer armas, pero evitando un mal mayor, se encolumnaron detrás de las figuras de “Tito” Cheme y Andrea Codello, para reabrir, a partir de hoy mismo, futuras negociaciones seguramente pensando ya en las elecciones nacionales de octubre.
No obstante esto, el Partido Liberal volvió a quedar en medio de la borrasca, producto entre otras cuestiones de una feroz división interna que ya expulsó a los que luego se reagruparon en Encuentro Liberal (ELI), ahora a los que proponen mantener relaciones con el gobernador Ricardo Colombi y los que sin decirlo, adhieren a una especie de transversalidad que permite una relación relativamente “antinatura” desde el punto de vista ideológico con el Frente para la Victoria.
Producto de estas visiones pragmáticas fue la candidatura y ahora la gestión de viceintendenta que ostenta la joven dirigente Ana María Pereyra.
Además de estas cuestiones al parecer insalvables que tienen que ver con la falta de una visión unívoca en cuanto al objetivo político del centenario partido de Torrent ayer sucedió lo peor. La lista de ECO se cerró a espaldas de los liberales.
Y así, después de un tumultuoso proceso previo, ningún candidato liberal integró la lista de Encuentro por Corrientes (ECO), pese a constituir la alianza oficial, lo que provocó el enojo de propios y extraños.
Los referentes pro-aliancistas, entre ellos Eduardo Hardoy y Nélida Maciel, quedaron en falsa escuadra al aparecer al margen del esquema gubernativo, lo que obligó a tales referentes partidarios a dar, según dijeron, un paso al costado. Pero no obstante, hasta cerca del cierre de listas de anoche, otros referentes del sector, como “Caito” Leconte por ejemplo, intentaron reencauzar la relación con sus correligionarios, propiciando una lista de consenso encabezada por el titular actual de la fuerza celeste, Julián Miranda Gallino.
Las cosas no fueron del todo favorables para el vocero de la idea, el hijo del ex gobernador Ricardo Guillermo Leconte, pues tuvo que soportar la amonestación que en varios idiomas le hicieron llegar los liberales del oficialismo que propiciaron desde un primer momento ir solos a esta contienda.
La actual viceintendenta, Any Pereyra, fue justamente la capitana de la postura intransigente: retirar el sello liberal de la alianza ECO y postular a los candidatos por los que optó la convención: aquellas grillas que encabezan Antonio Cheme y Andrea Codello para diputados y senadores respectivamente.
Fuera de sí cuando Leconte fue a proponer un arreglo, la viceintendenta lo mandó de vuelta, elevando la voz, acompañada en la idea por varios correligionarios que razonablemente trataban de salvar al partido del desastre al que los habían llevado, según decían.
El ida y vuelta terminó cuando cerró el Juzgado Electoral, a la medianoche. La herida difícilmente cicatrice inmediatamente, aunque hay sobrados ejemplos de que en política es siempre más fácil la resurrección de los muertos.

Domingo, 17 de mayo de 2015