POR DANIEL CARAM
Vamos a la escuela… en estas condiciones ?
El tema parece salido de un archivo, y no muy lejano en el tiempo. Es que cada inicio de año se repite el planteo, que no es más que la realidad actualizada de una situación reiteradamente lamentable. Prioridades distintas, respuestas a destiempo, ineficacia e insensatez pueden ser algunos de los motivos que podrían argumentar los responsables.
Lo cierto es que a semanas del inicio de las clases, muchas escuelas presentan un estado edilicio calamitoso, y hasta los mismos funcionarios de las áreas específicas admitieron que en muchos casos no se podrá llegar “por una cuestión de tiempo”.
Como corolario de un planteo que no debiera tener ni alternativa de análisis, el propio ministro Vaz Torres, junto a su par Macció en conferencia de prensa, apuntó a los medios por la problemática, y calificó de “malintencionados” a algunos que sacan fotos de las escuelas con –según el hombre fuerte del Gobierno- con marcada malicia.
“Si sacan las fotos del pasto tomando desde abajo, se ve que tiene como 10 metros. Eso es tener mala intención”, dijo –palabras más, palabras menos- el contador Vaz Torres, buscando el chivo expiatorio en la situación que se repite cada año.
El escenario en el cuál el "superministro dio su visión sobre el trabajo ‘malintencionado’ de los colegas fotógrafos no fue casual: se presentaba pomposamente la ‘canasta escolar’ que el Gobierno dispone este año. Y las redes sociales, además de los medios radiales, fueron inmediatos receptores de la opinión de la gente: “para que vamos a comprar útiles, si no podemos entrar en las escuelas”, repitieron muchos indignados.
¿Es nuevo el planteo?. Ya lo dijimos: no.
¿Quiénes deben reclamar respuestas más allá de la obvia repercusión social?. Los gremios docentes. Es su obligación primaria establecer las condiciones adecuadas para que el inicio de las clases sean con absoluta normalidad.
Está claro, apuntando a los líderes sindicales del sector, que no todo pasa por lo salarial.
Y acá –sacando algunas excepcionalidades del caso, con representantes genuinos que repiten hasta el hartazgo la problemática que se vive- muchos otros ‘hacen la vista gorda’, a sabiendas de que los paros suelen ser mal vistos por la sociedad, y los reclamos docentes parecen tener patentes de vencimiento por reiterados.
La síntesis sería: con útiles, pero sin escuelas.
No hay que ir muy lejos para sacar conclusiones. Solo resta pegarse una vuelta por las escuelas del centro, y si uno mira el pasto se dará cuenta que no todo pasa –como dijo Vaz Torres- por una cuestión de una foto armada.
Martes, 10 de febrero de 2015
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