RUSIA
Vladimir Putin, el hombre que frenó a Estados Unidos
La diplomacia es un arma efectiva para Vladimir Putin, el líder ruso que evitó que Estados Unidos invadiera Siria y que luego participó del acuerdo con Irán por su programa nuclear.
Putin, sin embargo, es un político singular: a su etapa actual agregó en las últimos años la imagen de un hombre duro, viril, homófobo (le dicen el zar de la homofobia), fotografiado en cueros, con un rifle, o galopando por las estepas del río Volga.
Mientras varios países aprobaron este año el matrimonio entre personas del mismo sexo, Putin prohibió por ley hablar en forma positiva de la homosexualidad delante de menores de edad.
El líder ruso no es ajeno a lo que piensan gran parte de sus compatriotas, ya que según la encuestadora Levada el 34% de los rusos cree que los homosexuales son enfermos.
Sus críticos mencionan también el fallo dictado por la justicia a mediados de agosto de 2012 contra dos integrantes del grupo de rock punk "Pussy Riot", que fueron condenadas a dos años de prisión por realizar un rezo anti-Putin, lo que provocó el reclamo de intelectuales europeos y del ex beatle Paul Mccartney.
Putin, ex agente de la KGB (policía secreta soviética) y campeón de karate, se ha mostrado en los últimos tiempos como un hombre conservador, con una popularidad que era del 61% en noviembre último, según el Centro Levada de Moscú.
"Aspiramos a ser líderes", dijo el jueves Putin, durante su discurso anual sobre el estado de la nación en la sala San Jorge del Kremlin ante 1100 personas, incluidas las dos cámaras del Parlamento.
Putin asumió su tercera presidencia a principios de mayo pasado, después de ejercer el Poder Ejecutivo durante ocho años, entre 2000 y 2008. Entre este último año y marzo de 2012 fue primer ministro ruso.
Su intervención en la guerra civil de Siria evitó que Estados Unidos y sus aliados atacaran ese país, como anteriormente había ocurrido cuando la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) bombardeó Libia en 2011, beneficiando a las fuerzas rebeldes que derrocaron al asesinado Muammar Kadafi.
El líder ruso convenció a Estados Unidos para que no atacara Damasco, a cambio de que el presidente Barack Obama firmara un acuerdo con Moscú para destruir todas las armas químicas del gobierno de Bachar al Assad.
También tuvo un rol especial en el reciente acuerdo entre el Grupo 5+1 e Irán, mediante el cual Teherán congeló por seis meses su programa de enriquecimiento de uranio.
Esta semana, el gobierno ruso anunció una amplia amnistía para fin de año para conmemorar el vigésimo aniversario de la Constitución de 1993. El proyecto será debatido por el Congreso (Duma) la semana próxima.
La amnistía beneficiaría a las jóvenes Nadezhda Tolokonnikova y María Alejita, fundadoras de "Pussy Riot", quienes le pidieron durante una misa a la Virgen María que se llevara a Putin. También la medida incluiría al ex magnate del petróleo, Mijail Jodorkovski.
Algunos analistas creen que el presidente ruso busca mejorar su imagen internacional liberando a las "Pussy Riot" y a dicho empresario petrolero, con miras a los Juegos Olímpicos de Invierno en la ciudad de Sochi, en el sur del país, en febrero de 2014.
Según Fedorov, la amnistía abarcaría también a un grupo de ambientalistas de Greenpeace, acusados de vandalismo por protestar en aguas del Océano Ártico.
La influencia de Putin se extiende también a varios países que conformaban la ex Unión Soviética como Ucrania.
Cuando todo parecía estar listo para que Kiev se asociara con la Unión Europea, Putin boicoteó la firma del acuerdo para fortalecer su sueño de crear una Unión Euroasiática, según analistas.
Putin dijo que no permitirá ningún préstamo o subsidio por gas o petróleo a Kiev, a menos que este país firme un documento vinculante.
Sin embargo, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, manifestó ayer que el presidente ucraniano, Víctor Yanukovich, le aseguró que tiene la intención de firmar un acuerdo de Asociación con los veintiocho países europeos. Putin se reunirá con Yanukovich el próximo martes en Moscú.
Putin no sólo es popular en Rusia, sino también en otros países del mundo. El bloguero estadounidense Matt Drudge lo llamó "el líder del Mundo libre", y la revista Forbes lo ubicó como el número uno de la política internacional en 2013, entre los hombres más poderosos, mientras que Obama ocupó el segundo lugar.
"Para el líder ruso, no hay nada más importante que la independencia: si un país no es siervo de Moscú, entonces es siervo de Washington o de Bruselas. ´La sabiduría popular es que el que paga, manda´, dice Putin. ´Esta es la realidad", dijo el editor de la página de negocios del periódico ruso Vedomosti, Maxim Trudolyubov.
En un artículo en el diario The New York Times, Trudolyubov afirmó que "Putin se burla de la visión idealizada de la globalización y de los valores basados en la política internacional".
Putin, sin embargo, suele mostrarse sensible en público como cuando soltó algunas lágrimas durante el Día de la Policía en Rusia, celebrado en noviembre pasado.
En aquella oportunidad, el líder ruso se emocionó mientras veía un video dedicado a los policías muertos en cumplimiento de su deber.
Domingo, 15 de diciembre de 2013
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