Lavar la ropa en invierno y durante los días de lluvia no es un problema. El drama pasa cuando llega el momento de secarla.

El drama de lavar y secar la ropa en invierno. Los fríos y húmedos meses que van de junio a septiembre pueden hacer que eliminar el olor a humedad de nuestras prendas de vestir sea un verdadero desafío. Los expertos a menudo advierten que no es bueno secar la ropa en interiores, pero es muy difícil evitarlo en invierno.
Si no tiene otra opción que secar la ropa en el interior, es importante que tome ciertas precauciones para evitar reacciones alérgicas y moho y hongos en su hogar. Es aconsejable evitar secar la ropa en los lugares en los que pasamos más tiempo: por ejemplo, el living y el dormitorio.
En su lugar, debemos colocar el tender en el baño, la cocina o el pasillo donde pasamos menos tiempo. Un tender montado en la pared también es una opción, si es que tenemos lugar para una en el baño. No ocupa espacio en el suelo y podemos plegarlo cuando no esté en uso.
El primer consejo es darle a la ropa un centrifugado adicional para extraer el exceso de agua y humedad. La ropa de cama, las toallas y los jeans están hechos de materiales que definitivamente pueden soportar un giro extra. Incluso se le puede dar un tercero, pero con cierta precaución porque eso puede llegar a arruinar la tela.
Las ventanas abiertas son la mejor manera de permitir que el aire fresco del exterior fluya libremente hacia las habitaciones. Puede prevenir daños por humedad y crear un clima interior más agradable y fresco en nuestras casas. Por eso es tan importante ventilar los espacios aún más los días en los que tenemo ropa húmeda secándose en el interior.
Para los días de lluvia esto puede ser un poco complicado, por eso hay que estar muy atentos. También se puede poner una estufa cerca, prender el aire acondicionado en calor e, incluso, un secador de pelo (para urgencias).

Jueves, 9 de septiembre de 2021