El tercer domingo de noviembre, es el Día Mundial de las Víctimas de Accidentes de Tránsito. Cada creyente tienen una responsabilidad en el cuidado de la vida: “Sumemos a la oración por las víctimas, un cambio en nuestras conductas, para evitar estas muertes que ciertamente Dios no quiere”. Con ese llamado, la Iglesia Argentina, adhiere a la campaña de la Asociación Civil “Luchemos por la vida”, a través de la oración en las celebraciones litúrgicas de este fin de semana.

En Argentina, cada año, más de 7000 personas mueren en accidentes de tránsito. En lo que va del año, en Corrientes, perdieron la vida en accidentes de tránsito 202 dos personas. Lo cual significa, un dolor inmenso en 202 familias.

Entre los aspectos que en este Día Mundial, declarado por la ONU (resol. Del 26-10-05), se busca resaltar que “el exceso de velocidad o la conducción después de haber ingerido alcohol, o la falta de uso de cascos o cinturones de seguridad, devienen para los creyentes en conductas contrarias a la ética, y al respeto a la Vida, tanto ajenas como la propia”. (Documento Pontificio para la Pastoral de la Carretera-Calle).

En el último año, por lo menos 1500 personas murieron por no usar casco; más de 100 por no haber usado el cinturón de seguridad; y es preciso tener en cuenta que, un solo vaso de bebida alcohólica, disminuye la capacidad de conducción. El exceso de velocidad es la principal causa de muerte en calles y rutas.

“La Iglesia quiere suscitar una renovada toma de conciencia de la responsabilidad moral en la transgresión de las normas de circulación (por parte no sólo de automovilistas y conductores profesionales, sino también motociclistas, ciclistas y peatones) para prevenir lo más posible las consecuencias fatales que de ella se derivan”. (Documento Pontificio para la Pastoral de la Carretera-Calle).-



Viernes, 16 de noviembre de 2012