OPINION
Desde el fondo de la grieta se escucha una sola voz: ¡sáquennos!
Cuando este domingo salgamos todos desde el fondo de nuestra grieta para ir a votar, ya no tendremos oportunidad de volver a ella. Será el salto al presente cercano, el único futuro que hay. Desde el fondo de la grieta se escucha una sola voz: ¡sáquennos! por Fredy Miranda.
La grieta de la que tanto se habla en una Argentina dividida en blanco y negro, sin grises, es de una profundidad tal que en el fondo están sumidos millones de argentinos que se apiñan entre la pobreza, la desnutrición, el desempleo, el olvido, y el sin futuro. Los candidatos se han llenado la boca en la campaña electoral de mirar el futuro. Pocos pisaron el presente. Si lo hicieron, solo lo sobrevolaron y arremetieron hacia el pasado, prometiendo el futuro y rápidamente se despegaron de las manos que se extienden desde el fondo de la grieta, adonde clamamos a gritos ser escuchados. El lunes no quedará grieta. Seremos todos iguales, ganadores y victoriosos se ufanarán y volverán a prometer, pero la realidad ya nos habrá tapado a todos. Quienes blandieron una espada sobre el otro deberán guardarla, so pena de clavarse a sí mismos, o que ésta se les vuelva en contra. Quedará demostrado que la grieta fue inútil, y las acusaciones de uno u otro lado quedará superada por la realidad que la grieta no dejaba ver. Cuando este domingo salgamos todos desde el fondo de nuestra grieta para ir a votar, ya no tendremos oportunidad de volver a ella. Será el salto al presente cercano, el único futuro que hay. “El tiempo sólo es tardanza de lo que está por venir”, dijo alguien, y solo de eso se trata. Un paso al mínimo futuro, porque el que se prometió es solo quimérico y está, si lo hay, muy lejano. Es por eso que unos y otros, ganadores y perdedores deberán medir sus palabras. Unos sin culpar a los demás, y menos culpar a la gente por el rumbo elegido, porque el barco tendrá un timonel que no podrá equivocarse sin estrellarlo contra las rocas en medio de la tormenta. Respetar al que gane y encolumnarnos todos detrás de él, es el gran desafío. Ya no habrá marcha atrás, si no queremos volver a crear una grieta aún más profunda que antes. Sin dudas que no son tiempos para calienta cabezas, odios, epítetos, persecuciones ni menos aún revanchas. No nos merecemos caer de nuevo en la grieta, no debemos. Afortunadamente los anticuerpos de Argentina siempre estuvieron presentes ante las adversidades. Nuestra capacidad de resiliencia, aunque sea quejosa a veces, siempre ha funcionado. Y afortunadamente también siempre tuvimos y tenemos los canales de expresión y las válvulas de escape política y de participación para canalizar todas nuestras ideas y ansiedades. Mirando por encima de los Andes vemos a Chile desangrarse entre hermanos por no haber sabido ejercer una democracia participativa y una distribución social de la riqueza. Este domingo todos definimos. La grieta, por favor, no dejemos que se vuelva a abrir. Fredy Miranda
Viernes, 25 de octubre de 2019
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