PRIMERA A FECHA 5
River se aprovechó de Vélez y armó una fiesta en el Monumental
Ganó 3-0 con dos goles de Driussi y uno de Alario, de penal. El equipo de Gallardo se floreó ante un rival golpeado que quedó con diez en el arranque por la expulsión injusta de Blas Cáceres.
Ganó, gustó, goleó. Le sacó jugo al mal momento de Vélez. Disfrutó del gran presente de sus figuras y empezó a palpitar el fútbol de sus pibes. Fiesta completa para River, que ganó 3-0 en el Monumental, quedó a un punto del líder, Estudiantes, y se ilusiona con un equipo que sabe a lo que juega y empieza a crecer.
La visita al Monumental para Vélez significaba un problema adentro de otro. Ya sin Christian Bassedas y a la espera de Omar De Felippe. Con un equipo que necesita urgente una brújula. En ese escenario tenía que enfrentar a un equipo que era todo lo contrario: suelto, dinámico, con viento a favor, con las ideas claras y una postura ofensiva que se potencia cuando juega como local.
Para colmo, cuando iban apenas nueve minutos de juego, la visita se quedó con un hombre menos por la expulsión injusta de Blas Cáceres, que forcejeó con Andrés D'Alessandro, se lo sacó de encima con un manotazo y Fernando Rapallini entendió que era para roja. Fue un monólogo de River. Con Jorge Moreira pasando como un avión por derecha. Con el ecuatoriano Arturo Mina animándose a tomar la lanza por le medio y cortar camino hacia adelante. Con Nacho Fernández y D'Alessandro alternando la recepción del primer pase y la manija del ataque. Un toque corto, otro largo. Un cambio de frente exacto para romper y un par de combinaciones a pura velocidad para que entren en juego Pity Martínez, Driussi o el pibe Tomás Andrade. Y encima arriba juega Lucas Alario. El 1-0 llegó a los 15 minutos con una trepada de Mina, que extendió al medio para Alario. El nueve salió del ruido y sacó un derechazo fuerte, que no logró contener Alan Aguerre y Driussi empujó al gol. Con la ventaja, todo fue aún más fácil para el equipo de Gallardo. Sólo faltaba saber por cuántos goles ganaría River, que atacaba de forma constante y arrinconaba a Vélez. El 2-0 llegó tras un patadón de Nasuti a Driussi en el área. Alario pateó en primer turno y Aguerre tapó bien contra su palo izquierdo, pero el asistente consideró que se adelantó (dio un paso al frente) lo hizo patear de nuevo y el Pipa no falló.
El segundo tiempo fue un baile. Se soltó el pibe Andrade y empezó a gambetear. D'Alessandro manejó los hilos. Llegó el tercero con un derechazo fuerte de Driussi tras una buena jugada colectiva. Y todo fue una fiesta en el estadio Monumental.
Lunes, 3 de octubre de 2016
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