TE DECIMOS COMO CORREGIRLOS
Algunos hábitos podrían estar arruinando la calidad de tu sueño
Aunque el insomnio puede ser provocado por desajustes químicos del organismo, también es ocasionado por distintos hábitos que podrían parecer inofensivos pero confunden a tu cuerpo.
Si tienes problemas para dormir o quieres mejorar la calidad de tu sueño, podrías cambiar alguno de estos hábitos que suelen ser comunes y, sin darnos cuenta, están afectando el descanso.
Te vuelves productivo de noche No es bueno quedarse despierto trabajando hasta muy tarde. Si trabajas mucho de noche, tu mente seguirá activa al momento de ir a dormir y costará mucho conciliar el sueño.
En caso de que sea inevitable desvelarse por trabajo, es recomendable tomar una ducha, meditar o escuchar música relajante antes de acostarse.
“Pagas” tu deuda de sueño el fin de semana Es común levantarse temprano todos los días y el fin de semana estar en la cama hasta el medio día (o más). Al hacer esto no estás “pagando”, sino recorriendo las horas de sueño.
Si el domingo estás en la cama hasta muy tarde, te resultará complicado dormir en la noche y el lunes por la mañana comenzará un nuevo ciclo vicioso de mal sueño. Lo mejor es mantener un horario estable para dormir, incluso en fin de semana.
Revisas el celular antes de dormir El sueño se rige por los ciclos de luz natural; cuando se mete el sol, es la señal para que el organismo descanse. Sin embargo, los ciclos naturales se alteran por la luz azul de los dispositivos electrónicos.
Los celulares son la fuente principal de luz azul y verlos demasiado tiempo antes de dormir confunde al cerebro: tu cuerpo sigue creyendo que todavía es de día. Los expertos sugieren alejarse de los dispositivos dos horas antes de acostarse, pero resulta complicado, así que solo evita ver mucho el celular antes de intentar dormir.
Lees para quedarte dormido Leer requiere concentración y no es bueno realizar actividades que requieran mantenerse despierto en la cama. Aunque leer relaja el cerebro, luchar para estar despierto durante la lectura puede confundir al cerebro y a la larga provocar problemas para dormir.
Por otra parte, algunos lectores han optado por utilizar dispositivos electrónicos y es el mismo caso de la luz azul. Lo mejor para leer en la noche es hacerlo en papel y con una lámpara de luz cálida.
Te cepillas los dientes antes de ir a la cama Cepillarse los dientes antes de acostarse en un hábito común y no a todos les afecta; sin embargo, si te sientes con sueño y vas al baño, la luz podría despertarte de nuevo, al igual que el sabor de la pasta.
No hay pretexto para no lavarse los dientes, pero puedes intentar hacerlo más temprano o cambiar el sabor de la pasta por uno menos fuerte para que no ponga alerta a las papilas gustativas.
Duermes muy tapado o con calefacción La temperatura es otro indicador corporal para ponerse en reposo. Durante las noches, la temperatura suele ser más fría; por lo tanto, si utilizas muchas cobijas o algún tipo de calefacción para mantenerte caliente, el organismo creerá que todavía es de día.
Usas pijamas de franela Aunque son muy cómodas, las pijamas calientes tienen el mismo efecto que las cobijas o la calefacción. Quizá al principio sean reconfortantes para conciliar el sueño; sin embargo, a lo largo de la noche aumentan la temperatura, te puedes despertar y alterar el ciclo. Lo ideal es mantener una temperatura constante.
Tomas pastillas para el dolor Cualquier tipo de dolor puede dificultar el sueño y algunas personas optan por calmarlo antes de ir a dormir. Ignorar un dolor constante en el organismo aplaza lo inevitable (un visita al médico) y con el paso del tiempo empeora la calidad del sueño.
Algunas pastillas tienen un efecto sedante, pero podrían cambiar los hábitos naturales para ir a dormir.
Haces ejercicio de noche Ejercitarse en la noche puede relajar el cuerpo, pero una rutina vigorosa puede resultar contraproducente. El ejercicio produce endorfinas y en la noche pueden provocar que permanezcas activo, causando problemas para dormir.
Muchas personas no tienen opción por sus horarios y rutina, así que es mejor ejercitarse en la noche que no hacerlo. Pero, si tienes problemas para dormir y puedes cambiar el hábito, intenta hacerlo en la mañana.
Tomas café en la tarde El consumo de cafeína por la tarde podría mantenerte despierto toda la noche. En algunos organismos, los efectos del café suelen permanecer hasta por 4 horas. Es mejor tomar café por la mañana, hasta antes de la hora de comida.
Tomas alcohol después de la cena El alcohol tiene un efecto sedante, pero no es lo mismo la sedación que el sueño. El alcohol no permite que el cuerpo llegue al estado REM, que es el sueño profundo en donde el cuerpo se restaura.
Tomar una copa de vino o una cerveza para dormir provocará un efecto de sueño fragmentado en el que el organismo no descansa.
Comes justo antes de dormir No es bueno acostarse con el estómago vacío, pero tampoco es recomendable comer muy pesado antes de dormir porque el cuerpo invertirá mucha energía en la digestión y no en la calidad de sueño.
Es bueno comer algo ligero como fruta, cereal o algún puñado de semillas.
Jueves, 27 de febrero de 2020
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