Históricos ventanales y puertas arrancados, derribados y tirados al piso, vanos y paredes demolidos por eventración -de adentro para afuera: la centenaria estación de tren de Goya, un monumento protegido inaugurado en 1911, joya de la arquitectura ferroviaria inglesa que forma parte de la historia de Goya, de Corrientes y de toda Argentina, está siendo desfigurada en total impunidad por decisión del Intendente Ignacio Osella para instalar cajeros automáticos del Banco de Corrientes, el mismo banco al que el intendente ya había autorizado a vaciar por demolición la antigua residencia frente a la plaza central, a metros de la Catedral.

Justo antes que empezaran las demoliciones de derribo, la Subsecretaria de Planeamiento, Luisina Leyes, aseguró que el edifico estaba “intacto". "Estructuralmente está perfecto", agregó. En pocas horas se pasó de la “perfección estructural” de un edificio patrimonial que había sido muy bien preservado desde 1911 al desastre de la demolición por eventración que desfiguró su fachada para colocar cajeros automáticos.
"Vamos a cambiar todo: a las ventanas y puertas las vamos a poner en otro lugar", declaró uno de los obreros en plena demolición, dejando así muy claro que esta locura tenía el aval de la Municipalidad. “Estamos por dar fin a las largas filas del banco”, declaró el Intendente. Más justo hubiese sido declarar: “Estamos por dar fin a un patrimonio de los goyanos”.
"Esta destrucción del patrimonio de los goyanos es la consecuencia de la derogación de las ordenanzas que lo protegían impulsada por el Intendente Osella, que está siendo investigado por la justicia federal por haber intendado obstruir la protección nacional de la Comisión Nacional de Monumentos", declaró la Asociación Civil Proyecto Goya, organización sin fines de lucro que ha presentado un Amparo Colectivo para que se respete la protección nacional del casco histórico de Goya y su área de amortiguación, así como la protección establecida para todos los edificios anteriores a 1930 de Goya.
"Estas demoliciones que avanzan en un monumento protegido y destruyen la historia de nuestra ciudad no hubiesen sido posibles si la Comisión de Patrimonio independiente, de la que Proyecto Goya es miembro con dos representantes, no hubiese sido derogada ilegalmente y reemplazada por una Comisión Adicta, cuyos miembros son justamente los que demuelen", agregó la asociación civil.
“Las puertas y ventanas patrimoniales deben volver a ser colocadas en su lugar, debe volver al lugar donde estuvieron desde el año 1911: es la única manera de no desfigurar este edificio goyano de inmenso valor”, precisó la Asociación Civil.
“Si el Intendente y la Subsecretaria de Planeamiento no ordenaran la inmediata restauración de la estación a su estado anterior, quedaría configurada la violación de sus deberes de funcionarios públicos y tratándose de un monumento protegido, un delito extremadamente grave”, estimó la asociación.
La Estacion de tren de Goya, un edificio de tres cuerpos con techos a cuatro aguas, es una joya de la arquitectura ferroviaria inglesa. El cuerpo central posee dos plantas y toda la galería de plataforma tiene paños transversales a la vía a dos aguas. El 8 de febrero de 1911 se libró al servicio por decreto el ramal desde San Diego (Pedro R. Fernández) a Goya del Ferrocarril Nordeste Argentino.
Se trata de un lugar de memoria nacional, además de provincial y municipal.
Tras la derogación inconstitucional de la protección del Casco Histórico, de su Area de Amortiguación y de todos los edificios anteriores a 1930, para poder avanzar con demoliciones y obras en altura especulativas, el Intendente Osella reemplazó a la Comisión de Patrimonio de la que formaba parte con dos representantes la Asociación Civil Proyecto Goya por un Observatorio de Patrimonio Cultural exclusivamente conformado por funcionarios del Municipio y representantes de las constructoras. La Junta de Historia de Goya se negó a participar en este atentado contra nuestra cultura.


Viernes, 7 de junio de 2019