UNA OPCIÓN VIABLE, PERO RIESGOSA
Para un trabajador, pagar una moto cuesta lo mismo que viajar en colectivo
Para un trabajador que debe movilizarse cuatro veces por día, pagar las cuotas mensuales de una motocicleta de baja cilindrada le cuesta lo mismo que viajar en colectivo. Algunas concesionarias ofrecen 30 cuotas fijas y piden mínimos requisitos para atraer nuevos clientes. De aumentar la cantidad de estos rodados en la vía pública, se podría agravar la problemática de los siniestros viales.
La más reciente actualización tarifaria del servicio de transporte público, que llevó el boleto plano a 19 pesos, representó un duro golpe al bolsillo de los pasajeros, especialmente de quienes dependen de los colectivos para llegar hasta sus empleos. En ese sentido, en las últimas semanas, un representante de las empresas concesionarias reconoció en declaraciones radiales que la cantidad de usuarios de colectivos cayó, lo que deja en evidencia que muchas personas se ven obligadas a caminar o eligen otras formas de transportarse, antes que pagar un costo tan alto por un servicio pésimo desde todos los puntos de vista. En lo que respecta a medios de movilidad, las motos son las que más han crecido en los últimos años, motivadas por los pocos requisitos que se piden para obtenerlas. Actualmente, los rodados más vendidos son los de 110 centímetros cúbicos (cc), a valores que oscilan entre los 25.000 y los 55.000 pesos, dependiendo del modelo y la marca. Para adquirirlos, algunas empresas brindan a los interesados planes de pagos largos, con tasas de interés que pueden llegar al 100 por ciento, y cuotas mensuales fijas. A modo de ejemplo, a través de las redes sociales, EL LIBERTADOR pudo visualizar diversas ofertas para hacerse de un rodado básico, fabricado en la Argentina, pagando 30 cuotas de 1.800; lo que da un monto total de 54.000 pesos. La inversión mensual para hacerse con el vehículo, que puede llevar dos personas a bordo, es casi idéntica a lo que debe pagar un trabajador que cumple doble jornada, de lunes a sábado, para moverse en colectivo. El cálculo es simple, ya que si un pasajero del transporte público abona 76 pesos por cuatro pasajes diarios, debe invertir un total de 1.874 al mes para trasladarse los 24 días laborables que, en promedio, tiene cada mes. Si bien la venta de motocicletas bajó fuertemente como consecuencia de la difícil situación económica -ya que en marzo los patentamientos en el país se derrumbaron un 54,7 por ciento interanual- a escala local esos vehículos toman cada vez más protagonismo como una manera rápida de trasladarse y que evita lidiar con el alto costo, las largas esperas y el hacinamiento que reina en las unidades del servicio urbano. Incluso, para una familia con dos trabajadores que cumplen horarios similares en lugares cercanos, tener una moto se transforma en una forma de ahorrar. De todas maneras, se debe advertir que pese a las ventajas que puede tener el uso de las motos en comparación con el transporte público, su proliferación trae aparejado un empeoramiento a la ya caótica situación del tránsito en la ciudad, ya que, actualmente y según datos oficiales, aproximadamente el 80 por ciento de los lesionados en siniestros viales viajan a bordo de ellas. Compartir esta noticia :
Lunes, 8 de abril de 2019
|