SALIÓ EL SOL Y QUEDA A LA VISTA EL ESTROPICIO PRODUCTIVO
El recuento tras la inundación da por perdidas las huertas familiares en el Sur
Benjamín Leiva, de Agricultura Familiar, ayer concretó una nueva jornada de relevamiento productivo en zona rural de Goya, al igual que Mireya Gutiérrez, de Yataity Calle. Ellos dijeron a este diario que es urgente que con la declaración de emergencia y o desastre hídrico de la provincia, puedan instrumentar algunos programas de recuperación productiva.
En medio de un impasse por la mejoría del tiempo, la situación de los pequeños y medianos productores se deja ver con mayor crueldad. Siembras destruidas, devenidas en grandes charcos, y un colchón verde en descomposición, en medio de una especie de efecto invernadero generado por las altas temperaturas, el sol intenso y la humedad.
Al respecto, el intendente de Perugorría, Ramón Castellanos, contó que en el sector rural, es mínima la pérdida de hacienda de productores chicos, pero el que más sufrió es el productor grande, pues no le dio el tiempo para sacar los animales. Los que tenían cerdos y gallinas también perdieron sus animales.
Lo que el agua se llevÓ
Esto provoca que más de 2.500 familias rurales estén afectadas, y muchas de ellas están desconectadas. El aumento del caudal de los arroyos y ríos en el Norte, provoca el lento escurrimiento de las masas de agua de lluvia, dejando grandes superficies rurales inundadas.
Además, señala: Hubo pérdidas totales de cultivo de sandía, batata, maíz, poroto, mandioca, verduras y hortalizas, etcétera. En cuanto a la ganadería, el importante anegamiento disminuyó en gran manera la oferta forrajera, y puede provocar la muerte de bovinos y ovinos. Los que quedan en pie son susceptibles a los brotes de enfermedades. Socialmente, hay parajes y colonias totalmente aisladas, sin energía eléctrica, servicio de telefonía celular ni posibilidades de obtener/ingresar alimentos. s
Miércoles, 23 de enero de 2019
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