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La nueva novia de Alejandro Fantino es... ¡Te contamos todo!
A un año de su separación de Miriam Lanzoni, el conductor se puso de novio con Verónica, una médica de 29 años. ¿La mala? La relación es a la distancia porque ella no vive en Buenos Aires.
Lo dicen los amigos de Alejandro Fantino (45): “El Gringo está muy bien, cansado pero muuuy bien”, haciendo hincapié en la letra “u” del “muy”. Es que a un año de su separación de Miriam Lanzoni, el santafesino no para. No para de trabajar, con laburo constante tanto en radio como en televisión: a la tarde en La Red con Fantino 910, y a la noche con su ya clásica mesa de análisis político en Animales sueltos. Y no para como hijo, porque está más pendiente que nunca del cuidado y la salud de su papá, don Jorge, a quien va a buscar hasta Sauce Viejo y se lo lleva a Buenos Aires para mimarlo y acompañarlo al médico.
“Disfrutarlo” es la palabra que usa él cuando le preguntan al respecto. Y bien que lo hace. Tiene toda su agenda programada para estar al tanto de su mundo afectivo, hoy compuesto por sus padres y su hijo, Nahuel. También aprovecha para retomar su vida de soltero, cuando era un habitué de la noche porteña. La separación de Miriam se dio de manera absolutamente pacífica, sin reproches ni disputas inesperadas. Pero ya dejaron de tener el diálogo de los primeros meses. Ya no hay nada entre ellos. Y desde su entorno ven como imposible cualquier tipo de reconciliación. ¿No se dijo que Ale y Miriam podían volver a estar juntos, y que podían llegar a confirmarlo la noche de los Martín Fierro, en junio pasado? Imposible, insisten. Se sabe que Miriam reencauzó su situación sentimental en los brazos de Christian Halbinger, un empresario con quien se la vio en los pasados días, volviendo de un viaje por Brasil. ¿Y de Fantino qué se sabe? ¿Qué se puede decir del corazón del conductor de Animales sueltos? ¿Sueltos? No, ya no está suelto.
Visita médica. Fantino está de novio. Sí, así como se lee. El periodista, de a poco, está empezando a reconstruir su vida de a dos. Desde hace unos meses inició una relación con Verónica, una médica de 29 años que vive en una ciudad del interior del país. Fanta se cuida de dar más datos, y su gente cierra filas al respecto para preservar el deseo. Pasa que Vero pertenece a una familia de médicos muy seria y de bajo perfil, y todavía no está lista para que trascienda su nombre a los medios. Alejandro acepta el pedido de su nueva compañera. El viaja a verla los fines de semana, y ella también supo estar en Buenos Aires visitándolo.
Hace rato que los fotógrafos tratan de “enganchar” a Ale con una novia, pero por ahora es una misión imposible. A la salida de la radio, el conductor se reencuentra con un viejo amor: el tenis. Pero nada más que eso. Cuando lo visita Vero, la pareja se preocupa por recuperar el tiempo perdido encerrada en la casa del periodista, en un barrio privado de Nordelta. Inaccesibles. Por ahora, y a pedido de su novia, Fantino mantiene la relación de manera reservada. Pero en cualquier momento podría salir a la luz. ¿Cómo logra hacerlo? Se puede responder de otra manera: logró mantener en secreto la existencia de un hijo durante 13 años. Nahuel pasó toda su adolescencia en el pueblo donde se crió, libre de la carga de ser “el hijo de”, y Alejandro lo presentó una vez que el chico ya tuvo la edad suficiente para decidirlo. ¡Pará, pará, pará…! –al estilo Fantino– ¡Bajámelo a la tierra! ¿Vos me estás diciendo que Alejandro se puede pasar los próximos diez años escondiendo a su novia? No creemos que aguante tanto, o que Paparazzi no logre fotografiarlo antes.
Lunes, 14 de agosto de 2017
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