ESTADOS UNIDOS
Trump advirtió a las empresa que abandonar el país tendrá consecuencias
Donald Trump visitó una planta de Carrier, en Indianápolis, donde celebró un acuerdo alcanzado con la fabricante de hornos y aires para evitar el traslado de 1.100 puestos de trabajo a México, y advirtió a las compañías que si deciden abandonar el país sufrirán consecuencias.
"Las empresas no se van a ir de Estados Unidos nunca más sin consecuencias. No podemos permitir que ocurra esto con nuestro país. Hay muchísimos empleos saliendo de Estados Unidos y trasladándose a otros países", indicó el presidente electo en su primer discurso público tras la victoria en los comicios del 8 de noviembre.
Trump llegó a Indianápolis en su avión personal junto a su compañero de fórmula, el gobernador de ese estado, Indiana, Mike Pence, uno de los principales gestores del acuerdo por el cual Carrier recibirá incentivos de 7.000 millones de dólares en los próximos 10 años para mantener esos puestos de trabajo en Estados Unidos.
Los incentivos serán otorgados por el estado de Indiana, dirigido hasta el 20 de enero próximo por el compañero de fórmula de Trump.
Pese a que el presidente electo presentó como una victoria el acuerdo con United Technologies, subsidiaria de Carrier, éste fue criticado por algunos opositores que opinaron que podría incentivar a otras empresas a amenazar con trasladar puestos de trabajo fuera del país como estrategia para conseguir rebajas impositivas u otro tipo de beneficios estatales.
"United Technologies tomó como rehén a Trump y ganó. Y eso debería enviar una onda expansiva de miedo a todos los trabajadores a lo largo del país", escribió el senador por Vermont y ex candidato presidencial demócrata, Bernie Sanders, en un articulo publicado hoy en el diario Washington Post.
Sin embargo, Trump, hizo hoy oídos sordos a esas críticas y redobló la apuesta con un discurso ante los empleados de Carrier, en el que se enorgulleció al anunciar que "Estados Unidos pasará de ser el país que más impuestos paga a ser uno de los países con menos impuestos".
El presidente electo no ofreció datos ni cifras concretas para demostrar esa afirmación.
"El segundo objetivo serán las desregulaciones", continuó el magnate inmobiliario y se dirigió a Greg Hayes, presidente de United Technologies, a quien le insistió en su intención de reducir del 35 al 15% los impuestos sobre las sociedades, para incentivar la inversión en Estados Unidos, y aumentar las tarifas en la frontera.
El presidente electo había asegurado durante toda la campaña electoral que iba a terminar con el desempleo en el cinturón industrial de Estados Unidos y apoyar a los trabajadores que perdieron poder adquisitivo o sus empleos por efectos de la globalización y la crisis económica de 2008.
El acto en la planta de Carrier fue la primera parada de lo que Trump llamó su "gira de la victoria", una serie de viajes por el Medio Oeste del país, una región donde está afincada una parte importante del electorado que le dio el triunfo electoral. El primero en hablar hoy en Indianápolis fue el gobernador saliente y futuro vicepresidente del país, Pence.
Distendido y jocoso, aseguró que el presidente electo hizo "exactamente" lo que había prometido, habló con el dueño de Carrier y negoció con él "para poner los puestos de trabajo de Estados Unidos y a los trabajadores primero otra vez".
"Trump hizo lo que prometió, levantó el teléfono y le explicó a Carrier lo que había que hacer (...) es una gran día para los trabajadores", exclamó, exuberante, Pence.
En febrero pasado, cuando la campaña de las primarias presidenciales recién comenzaba, Carrier anunció su intención de trasladar más de 1.000 puestos de trabajo industriales a México para achicar costos. A sólo tres semanas de ser electo Trump, la empresa anunció un acuerdo para mantener la fabricación de hornos de gas que realiza en esa planta en Indianápolis.
"La administración entrante de Trump-Pence nos enfatizó su compromiso con la comunidad de negocios y para crear un mejor y más competitivo clima de negocios en Estados Unidos", explicó la dirección de Carrier en un comunicado difundido ayer.
Aunque Carrier se ha comprometido a mantener en Indiana 800 puestos de trabajo en la línea de producción y otros 300 en la parte administrativa, según la agencia de noticias EFE, la empresa sigue con el plan de trasladar unos 700 empleos a sus instalaciones en Monterrey, en la vecina México.
Esta relocalización significará el cierre de otra planta de Carrier en Huntington, en el estado de Indiana, a sólo unos 150 kilómetros de donde hoy celebraron un cambio de época los futuros presidente y vicepresidente de Estados Unidos.
Viernes, 2 de diciembre de 2016
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