FEMICIDIO
Correntino condenado a perpetua por femicidio en Capital Federal
La Justicia decidió la dura pena de prisión para un ayudante de pastelero oriundo del pueblo de San Miguel. Fue por matar a cuchillazos a su concubina en el departamento que habitaban junto a sus hijos de 8 y 14 años. Ella lo había acusado de violencia de género.
El Tribunal Oral en lo Criminal 1 de la ciudad Autónoma de Buenos Aires condenó a un hombre oriundo de Corrientes a prisión perpetua por matar a su mujer dentro de su departamento en el barrio de Flores. La condena fue dada a conocer luego de una serie de debates en el que el hombre fue hallado culpable del delito de femicidio. Tal como lo había solicitado la fiscal Mónica Cuñarro, los jueces Alberto Huarte Petite, Martín Vázquez Acuña y Sergio Paduczak consideraron que el crimen se dio en un marco de violencia de género. El 15 de noviembre de 2015 cerca de las 9, Francisco Cardozo, de 35 años, oriundo de la localidad correntina de San Miguel y empleado como ayudante pastelero, asesinó a su pareja Celia Rivas con un cuchillo de cocina. La agresión fue en el interior del departamento donde ambos convivían junto a sus hijos de 14 y 8 años, sobre la calle Pedernera 65, en el barrio de Flores. Según lo establecido durante el debate, el hombre después de herir a su pareja se autoagredió en el cuello y se desmayó. Cardozo fue condenado por el delito de “homicidio doblemente agravado por tratarse la víctima de una persona con la que el acusado mantenía una relación de pareja y por haber mediado violencia de género”. En la resolución, el juez Paduczak había considerado que correspondía privarlo de la patria potestad de sus hijos pero el resto del Tribunal no coincidió. Cuñarro repasó al inicio de su exposición la imputación contra Cardozo. Recordó que el más chico de los hijos de la pareja observó el ataque y que fue él quien alertó a su hermano. El adolescente salió del departamento para buscar ayuda y se encontró con un barrendero, que llamó a la Policía. Antes, el niño había intentado llamar al 911. Minutos después, los médicos constataron la muerte de la víctima en el lugar mientras que el imputado fue trasladado al Hospital Parmenio Piñero. Con un plano del lugar, fotos de la víctima y un esquema de las heridas que recibió, la fiscal detalló cómo fue el ataque. De las cinco heridas, dos le perforaron la pleura, hicieron que colapsara su pulmón derecho y le seccionaron la carótida. Esto le produjo una gran hemorragia interna y externa. Cuñarro citó el testimonio del médico que realizó la autopsia, quien aseguró que Celia murió en menos de cinco minutos. La víctima tenía también una lesión en la mano, que fue catalogada como “defensiva”, ya que se habría producido cuando la mujer intentó agarrar el cuchillo y detener la agresión. La sexta herida fue encontrada en la boca de la víctima y está relacionada con la presión que hizo el acusado para que no gritara. Por el estudio de la ropa de la mujer y las lesiones, la fiscal explicó que al momento del ataque ambos se encontraban de pie y que probablemente Cardozo la tenía tomada del cuello por detrás. Cuñarro repasó la declaración de la hermana de la víctima, quien contó los maltratos que sufrían Celia y sus hijos. Los chicos declararon en Cámara Gesell durante la instrucción de la causa. El mayor contó los golpes que recibían todos y una frase que le dijo su hermano más chico esa mañana de domingo: “El hijo de p… mató a mamá”. Según el licenciado del Cuerpo Médico Forense que estuvo a cargo de las entrevistas, ambos testimonios son verosímiles. “Nunca pasó una Nochebuena ni fin de año con su familia porque Cardozo se lo impedía”, afirmó la fiscal. “El acusado era celoso; controlador; la espiaba; le revisaba la cartera y el teléfono”, enumeró y luego agregó: “Cuando ella se anotó en el gimnasio, él también lo hizo, sólo para controlarla”. “No cabe duda de que la conducta de Cardozo es un femicidio y que la muerte de su esposa fue ejecutada por el género”, afirmó la fiscal. “La vida de su pareja nunca valió nada, siempre estuvo condicionada a sus pretensiones: cuando él quería la humillaba, la consideraba parte de su patrimonio”, recalcó. Para cerrar su alegato, consideró que la pena de prisión perpetua se ajustaba a las circunstancias del caso y a la gravedad de lo que hizo. “La protección social debe ser enérgica para que no haya ni una menos”, concluyó.
Lunes, 14 de noviembre de 2016
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