El correntino acusado como principal autor de la masacre de cuatro integrantes de una familia de la provincia de Misiones no podrá evitar su juzgamiento. Los planteos de nulidad que presentó mediante su abogado fueron rechazados por la Cámara de Apelaciones y entonces su suerte parece echada ante la enorme cantidad de cargos en su contra.

Marcial Alegre, oriundo de San Carlos, es el principal imputado por el asalto y masacre de una familia en mayo de 2014 a la que rociaron alcohol para quemarla en vida.

Marcial Venicio Alegre, un hombre de 53 años oriundo de la localidad de San Carlos, deberá brindar muchas explicaciones si desea intentar “zafar” de una condena a prisión perpetua.
“Robo calificado por haber sido cometido con arma de fuego, en poblado y en banda, y cuádruple homicidio calificado por ensañamiento para procurar la impunidad, todo en concurso real” son la tipificación de los delitos endilgados.
En Misiones el caso tuvo una repercusión pocas veces vista. La muerte de Oscar Knack, de 43 años, Graciela Mojfiuk, de 42, y los hijos de esa pareja, Bianca, de 12, y Cristian, de 25, ocurrido el 25 de mayo de 2014 caló hondo en la sociedad de la tierra colorada.
Alegre, un mecánico que actualmente residía en la localidad misionera de San Javier, sería el cabecilla e ideólogo del atraco en el cual una banda de encapuchados robó 460 mil pesos producto de una venta de machimbres que Knack realizó poco antes.
Además de Alegre están acusados Juan Ramón Godoy, de 46 años y Pablo Julio Paz, de 53.
Todo comenzó a eso de las 19:30 de aquel día cuando cuatro encapuchados armados irrumpieron en la vivienda de los Knack, en el kilómetro 7 de la Ruta Provincial 5 de la localidad de Panambí, minutos después de que Cristian arribara de cobrar la transacción de productos madereros de la empresa familiar.
Los maleantes maniataron a las víctimas. Primero las torturaron y luego las rociaron con alcohol y prendieron fuego, tras lo cual escaparon -se supone- con alrededor de 460 mil pesos. Oscar, Graciela y Bianca murieron a las pocas horas. Cristian, en cambio, resistió un poco más y falleció el lunes 30 de junio de ese año. Antes de hacerlo, el joven reconoció a uno de los detenidos. Después, huellas dactilares coincidieron con las de otro de los imputados.
Al principio las sospechas hablaban de la presunta participación de un paraguayo. Pero en realidad era el correntino Marcial Alegre.

Lunes, 26 de septiembre de 2016