ITATÍ
Sospechoso de un homicidio se entregó ante la Justicia
Se trata del joven de alias “Bebecho”, sindicado como el autor del balazo que acabó con la vida de Miguel Angel Zalazar en la noche del 7 de julio. El acusado dijo que el disparo fue de forma “accidental” y que permaneció semanas escondido por miedo a la Policía.
El principal sospechoso del homicidio de Miguel Angel Zalazar, ocurrido el 7 de julio en la localidad correntina de Itatí, decidió entregarse ayer a la Justicia aduciendo que permaneció casi un mes y medio prófugo por sentir miedo de la Policía. Eduardo B., de 23 años, alias “Bebecho”, llegó por la mañana al edificio de Juzgados de calle Carlos Pellegrini al 1000 de la ciudad de Corrientes acompañado de sus dos abogados. “Vengo en forma espontánea poniéndome a disposición de la Justicia y a facilitar la investigación”, dijo el joven a través de un escrito. El muchacho agregó que cuando ocurrió la muerte de Zalazar (de igual edad) debió huir “para resguardar” su “integridad física” y hasta su “vida”, ya que temía de los efectivos de la comisaría local. Ese fue el argumento a la hora de concurrir ante la jueza Norma Agrasso de Caballero, del Juzgado de Instrucción 1. “Bebecho” figura imputado como supuesto autor material del caso de “homicidio simple”. En este sentido, extraoficialmente trascendió que su versión del hecho apunta a un “infortunio”, a que el disparo que mató a Zalazar se produjo de manera “accidental”. Desde aquel 7 de julio siempre rondó la hipótesis de que el homicidio tendría vinculación al narcotráfico. La víctima sufrió el impacto de un proyectil en la cara, a la altura del pómulo derecho. La herida provocó que cayera al suelo y causara su muerte camino a un hospital de la ciudad de Corrientes.
DEL INTERIOR DE ESTE AUTOMÓVIL SE PRODUJO EL DISPARO QUE MATÓ A ZALAZAR. DEL INTERIOR DE ESTE AUTOMÓVIL SE PRODUJO EL DISPARO QUE MATÓ A ZALAZAR.
De acuerdo a distintas fuentes policiales, el joven estaba en un predio de avenida 25 de Mayo, la principal arteria de Itatí, próximo al barrio 9 de Julio. En determinado momento caminó hacia el frente del lugar en el que, en la parte trasera, estaban una mujer y otro hombre. Adentro de un automóvil Volkswagen Fox negro había dos o tres personas que llegaron segundos antes. Se presume que tales sujetos llamaron al muchacho, quien salió y aparentemente mantuvo un breve diálogo con uno de ellos. Después, desde corta distancia, Zalazar fue baleado a quemarropa. El vehículo visto alejándose a alta velocidad fue encontrado al día siguiente estacionado en el patio de la vivienda de un familiar de “Bebecho”. Autoridades de la División Homicidios de la Dirección de Investigación Criminal (DIC), con la colaboración de la comisaría local, de grupos especiales y de la Unidad Regional Uno, hicieron múltiples procedimientos en pos de conseguir la captura del fugitivo, de quien se presumía estuvo escondido en la República del Paraguay. El 9 de julio, la Policía secuestró un automóvil Renault Sandero de la casa de un joven de alias “Chaquito”, sindicado como uno de los acompañantes de Eduardo B. al momento de ocurrir el disparo contra Zalazar. Lo particular respecto a ese vehículo es que estaba cargado con casi 750 kilos de marihuana. Pasaron algunos días hasta que “Chaquito” decidió entregarse a la Justicia y someterse a una investigación (tanto como supuesto cómplice del homicidio como en una causa relacionada al tráfico de estupefacientes), al igual que “Bebecho” lo hizo ayer. Amigos y familiares de Zalazar habían exigido la detención de los sospechosos. Con manifestaciones públicas pidieron Justicia y una profunda investigación. Vale recordar que posteriormente la Policía decidió realizar una reorganización y cambió a los efectivos de la comisaría local.
Viernes, 19 de agosto de 2016
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