"Casa nueva, vida nueva", se puso eufórica la exmujer de Daniel Osvaldo, celebrando que ya consiguió departamento para vivir con su hijo, Morrison. Además, volverá a Esperanza mía. Pero no todas son buenas: la actriz no tiene quién la desvista. ¡O eso dice ella!

Es una época de cambios para Jimena Barón, quien todavía se está recuperando del paso arrollador del huracán Osvaldo. Ya tiene departamento nuevo, y eso es más que una buena noticia: su gran preocupación era no contar con un techo para su hijo Morrison, mientras aún se dirime el conflicto judicial con el exjugador de Boca por el dinero que debe recibir para su crianza. "Casa nueva, vida nueva", se esperanza la rubia.
El trabajo también la distrae. Y la confirmación de su regreso a Esperanza mía, cuyo personaje (Gilda) fue muy bien recibido por el público, y ella, por los compañeros, ya que se llevó de maravillas con Lali Espósito. "Gilda se va porque se iba también Jimena a Europa -explicó la actriz, recordando que su futuro, hasta ayer nomás, iba a estar al lado del goleador, quien regresará al Viejo Continente-. Pero ahora que cambió mi vida 180º y me quedo en Argentina, también se quedará Gilda".
Pero no todas son buenas... Es que Barón recibe muchos regalos por canje; de esa manera, por ejemplo, pudo amueblar su departamento. Así consigue ropa: Candelaria Tinelli le acerca muchas prendas de su propia marca. Lo mismo hizo una empresa de lencería. "¡Ah buee! Los conjuntos hot que me mandaron -contó en Twitter, mostrando la ropa interior y mencionando la marca-. Me faltaría un beneficiario. Mientras, los guardo con fe". ¿Será así? ¿Barón no tendrá quién la consuele? En eso, por lo visto, debería aprender de Osvaldo...

Martes, 7 de julio de 2015