¡NOS VA A ODIAR!
Le pedimos perdón, pero vamos a revelar el secreto mejor guardado de Karina Jelinek
La morocha es una mujer que no dice lo que no corresponde. ¿No nos creen? Si ella no lo considera oportuno, ni bajo tortura dará los nombres de quienes habitaron su corazón. Pero el asunto acá va por otro lado. Y tiene que ver con un capricho suyo. ¡Enterate!
Cada uno sabe dónde le apreta el zapato. Y qué cosas le duelen más, o menos. Por caso, bastante se dice de Karina Jelinek. Pese a su belleza y sensualidad (o tal vez por eso, porque la envidian, le tienen celos), muchos se mofan de ella. Es sabido. Nada descubrimos con esto. Sin embargo, a la modelo no le molestan esos comentarios maliciosos. Ahora bien, ¡que nadie se atreva a llamarla de otra manera que no sea Karina Olga! Ese es su punto débil... ¡Y se pone como loca! No le gusta nada. ¿Qué cosa? ¿Su segundo nombre? Noooo. Es que justamente la cosa está por ahí: en realidad, y pese a que parezca un trabalenguas, Jelinek no se llama Karina Olga sino... Olga Karina. Y ese simple cambio en el orden de los nombres la saca de quicio, aunque nadie lo pueda entender. ¡Es más! Quienes la contratan para distintos eventos reciben la orden de dirigirse a ella no como corresponde, anteponiendo el Olga, sino como a Karina le gusta: con el Olga detrás. De lo contrario, ¡arde Troya! Y nadie quiere ver a Jelinek enojada, aun cuando -como le mostró a Gerardo Rozín- estando furiosa hace un gesto bastante parecido a cuando está feliz. Es que así es Olga Karina. ¡Perdón! Karina Olga...
Martes, 7 de julio de 2015
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