El hecho sucedió ayer a la mañana, en el Pabellón 10 de la unidad carcelaria. Varios internos mantuvieron un enfrentamiento que derivó en la muerte de Gustavo Adolfo Bravo, de 26 años, de un puntazo en la espalda provocado con una "faca" casera. Otra vez, la institución en el ojo de la tormenta.

El Penal Nº 1, ubicado por avenida 3 de Abril al 50, volvió a ser escenario de un hecho de inseguridad y violencia cuando varios reclusos de uno de los pabellones de la unidad carcelaria mantuvieron un enfrentamiento que concluyó con un interno muerto de una puñalada en la espalda.
El foco de la pelea se desarrolló en el Pabellón 10, poco antes de las 9, entre dos grupos de internos que aparentemente pelean por el liderazgo del sector.
De acuerdo a datos trascendidos, el enfrentamiento no sólo incluyó golpes y patadas, sino que además se utilizaron armas blancas fabricadas por los propios reclusos.
Tal es así que un preso de 26 años, identificado como Gustavo Adolfo Bravo, fue herido de un puntazo en la espalda y debió ser derivado de urgencia al hospital Escuela donde, pese a todos los esfuerzos médicos para reanimarlo, dejó de existir.

CON UNA
FACA CASERA

De acuerdo a las primeras pericias realizadas en el penal, se confirmó que Bravo fue ultimado con una "faca" casera y el agresor ya estaría identificado.
En diálogo con la prensa, Osvaldo de los Santos García, jefe del Servicio Penitenciario Provincial, confirmó que la muerte del recluso fue por una herida producida por una faca. "Fue herido con un arma de las que fabrican los internos dentro del penal", aclaró.
El funcionario del SPP sostuvo que ya se realizaron los peritajes dentro del penal junto con la fiscal y llevó tranquilidad al resto de los familiares de los internos porque la situación ya estaba controlada.
Añadió además que el autor del hecho ya está identificado y en manos de la Policía, para que continúen con la investigación y los peritajes que correspondan.
"El arma utilizada es de fabricación casera; en horas de la mañana, el personal de la unidad realizó una requisa y encontró una que aparentemente sería la utilizada", precisó.
Bravo, de 26 años, era oriundo de Corrientes Capital y en su niñez y adolescencia estuvo internado en el centro de salud mental. Luego fue condenado a 20 años de prisión por homicidio y robo reiterado.

Miércoles, 11 de marzo de 2015