¡PROBALAS!
La receta perfecta para hacer unas papas fritas (que no engorden)
La papa es uno de los alimentos más nobles y versátiles que hay en nuestro planeta. Pueden comerse como acompañamiento o solas, pero son ricas en todas sus formas. ¿Las preferidas de muchos? Las papas fritas.
El gran problema es que para cocinarlas hay que freírlas en aceite, motivo por el cual llevan a que aumentemos de peso (si las comemos muy seguidos). Es que si la fritura se hace en aceite de oliva, aportan cerca de 300 calorías, mientras que si lo hacemos en su versión en girasol, más de 500.
A raíz de esto, una de las principales recomendaciones es hacerlas al horno, con un poco de aceite. Seguirán teniendo un cierto sabor a “frito”, pero serán mucho más saludables (aunque menos crujientes).
Otra alternativa es hacerlas en forma de tortilla, ya que se utiliza mucho menos aceite y la consistencia es similar, aunque no la misma. En este caso, se le puede agregar cebolla y chorizo colorado para darle un poco más de sabor.
Sea cual fuere la opción que elijamos, la papa aporta fibra, vitamina C, vitamina B, potasio, hierro, magnesio y flavonoides. Por eso, es muy importante que la incorporemos y mantengamos vigente en nuestra alimentación.
Se estima que el consumo promedio es de medio kilo de papa por semana por persona. A esto hay que sumarle un dato no menor para los tiempos en los que vivimos: su costo es exponencialmente más bajo que otros alimentos (alrededor de 40 pesos).
Si bien freírlas en aceite no es recomendable, tampoco lo es agregarle cualquier salsa. Por ejemplo, si les ponemos cheddar y pancita, estaremos consumiendo casi mil calorías en un solo plato.
Martes, 17 de noviembre de 2020
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