ECONOMÍA
Más del 40% de la población adulta fue deudora de créditos en 2019
Es un porcentual levemente menor al registrado en el resto de las provincias del nordeste argentino. A marzo de 2019, la mayor cantidad de personas que tenía al menos un financiamiento en el sistema financiero, tenía entre 35 y 44 años.
De acuerdo al Banco Central de la República Argentina, existe cierta asociación entre la proporción de trabajadores de una provincia que cobran en cuentas bancarias y el porcentaje de la población que hace uso del crédito.
Si bien no se cuenta con estadísticas actualizadas sobre PIB –Producto Interior Bruto- geográfico de todas las provincias, existiría cierta asociación entre la proporción de deudores de cada provincia y su nivel de PIB.
La entidad de crédito asegura que los movimientos sobre una cuenta bancaria, permiten a las entidades financieras inferir ingresos y gastos de las personas y, de esta forma, ofrecerles instrumentos de crédito.
Las provincias con mayor nivel de exportaciones tienden a poseer una mayor proporción de deudores.
En sentido opuesto, las provincias con mayor porcentaje de empleo no registrado tienden a tener menor proporción de deudores.
A nivel provincial, en la distribución de los deudores que registró el BCRA en 2019, la mayor proporción se encontraba en CABA, en la que el 82% de la población adulta tenía algún financiamiento en el sistema. Del lado opuesto del espectro, la provincia que concentró la menor proporción de deudores del país es Corrientes, donde el 41% de la población adulta tenía algún financiamiento.
En paralelo, todas las provincias que conforman la Patagonia, excepto La Pampa, poseían una proporción de deudores mayor que el promedio nacional, mientras que todas las provincias que conformaban el Noroeste y el Noreste poseían una proporción menor al promedio.
GÉNERO DE LOS DEUDORES
A nivel nacional, a marzo de 2019, el 47,7% de las mujeres adultas tenían algún tipo de financiamiento en el sistema financiero, mientras que en el caso de los hombres adultos ese porcentaje ascendía a 54,4%.
Si bien el porcentaje de mujeres es menor que el de hombres, de acuerdo al Banco, la evolución del indicador en los últimos años muestra que la brecha se estaría reduciendo. En tal sentido, se observa que en el año 2015 la diferencia entre ambos porcentajes ascendía a 8,3%, mientras que en marzo de 2019 se redujo a 6,7%.
Los valores indican que existe una diferencia entre el endeudamiento de los hombres y el de las mujeres, cuyas causas podrían estar asociadas, entre otros factores, con las brechas observadas en la titularidad de cuentas sueldo entre ambos grupos.
De acuerdo al Banco, la descomposición de la titularidad de cuentas sueldo por sexo, producto asociado con la participación de cada grupo en el mercado de trabajo formal, se observa que la tendencia a la reducción de la brecha en el acceso al financiamiento se encuentra vinculada con la disminución observada en la brecha de género en cuentas sueldo.
De todos modos, existirían otros factores que explican la menor brecha en el acceso al financiamiento, con respecto a la brecha observada en la tenencia de cuentas sueldo, explica.
El vínculo entre brechas de acceso al crédito y tenencia de cuenta sueldo por género también tiende a observarse a nivel de jurisdicciones de primer orden, es decir provincias donde la brecha de género en la titularidad de cuentas sueldo es más reducida, tienden a mostrar también menores brechas de acceso al crédito.
Este análisis se realizó tomando aquellas personas que, teniendo cuenta sueldo, tenían simultáneamente un crédito. En este sentido, la tenencia de dicho producto financiero por parte de las mujeres resultaría un factor relevante en la reducción de las brechas de género en el acceso efectivo al crédito.
TIPO DE ENDEUDAMIENTO
A marzo de 2019, la financiación a través de tarjetas de crédito bancarias era el instrumento de deuda más utilizado por los adultos argentinos.
El 31,8% de la población adulta tenía al menos una asistencia de este tipo. En segundo lugar, el 22% de la población adulta tenía al menos un préstamo personal. De esta manera, si se comparan estos porcentajes con la proporción de la población adulta que posee préstamos hipotecarios (0,7%), se aprecia que este último tipo de financiamiento tenía una cobertura significativamente menor.
Para la determinación de la cantidad de deudores por tipo de financiamiento, la información se consolida a nivel de deudor individual y de tipo de financiamiento. Así, si un individuo tiene más de un tipo de asistencia, por ejemplo, un préstamo personal y una tarjeta de crédito bancaria, contará como un deudor en ambas categorías.
Con relación a la evolución temporal del indicador, para todo el período analizado se registran variaciones marginales en el porcentaje de deudores que accede a cada tipo de financiamiento. Si bien durante 2017 y 2018 se observa un leve crecimiento en las personas adultas que contaban con al menos una financiación para cada uno de los tipos de asistencia, durante el primer trimestre del 2019 se registró una tenue reducción para la mayoría de las líneas.
Una observación interesante surge al considerar el género de los deudores: a marzo de 2019, en todos los tipos de asistencia era mayor el porcentaje de hombres que de mujeres con acceso al financiamiento.
Si bien la diferencia entre el porcentaje de hombres y mujeres resultaba mayor para el caso de las tarjetas de crédito y los préstamos personales (4,3% y 3,1% respectivamente), era para los tipos de préstamo que requieren mayores garantías y más plazo de repago (préstamos prendarios e hipotecarios) que la diferencia entre hombres y mujeres se tornaba más importante (atento que existía casi el doble de hombres que de mujeres que accedían a estos tipos de financiamiento).
Sin embargo, en este punto es necesario mencionar que CENDEU registra los préstamos hipotecarios, personales y prendarios en cabeza de un único deudor. En consecuencia, cuando un préstamo es tomado por más de una persona, el financiamiento es registrado en CENDEU únicamente en cabeza de uno de ellos (hombre o mujer).
EDAD DE LOS DEUDORES
En lo que respecta a la edad de los deudores, a marzo de 2019 se observa que la mayor cantidad de personas que tenía al menos un financiamiento en el sistema financiero tenía entre 35 y 44 años.
En todas las edades hasta los 60 años (excepto entre los 15 y los 19 años), la cantidad de mujeres con algún financiamiento era menor que la cantidad de hombres. A partir de los deudores de 61 años (inclusive), la proporción se invertía, registrándose más mujeres que hombres con algún tipo de financiamiento.
En términos relativos a la pirámide poblacional, la serie muestra dos rangos con alta proporción de deudores: uno en la mitad del ciclo laboral de las personas (entre 35 y 45 años) y el otro luego de finalizar la vida laboral (entre 65 y 74 años).
Martes, 26 de noviembre de 2019
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