Una doble facturación, con dos fechas de vencimiento en el mes, y dos valores diferentes, pone en riesgo la credibilidad sobre los fondos de la empresa estatal de energía. ¿Adónde van los fondos de lo que supuestamente hacen acreditar como deuda a los usuarios?.

Históricamente, la DPEC ha sido la caja política de las administraciones, tanto que del superávit que acusó hace veinte años, se llegó al vaciamiento de la empresa, con serio riesgo de la caída en la prestación del servicio hace cinco años atrás, sumada a la deuda impagable con CAMMESA, todo durante la administración del super ministro de Hacienda de Ricardo Colombi, Enrique Vaz Torres (el mismo del vaciamiento a la Cooperativa Eléctrica de Virasoro).

Pero ahora al parecer el déficit se trasladaría a los usuarios, que en la facturación de Noviembre y Diciembre, recibieron dos boletas, pero de distinto valor, con fechas de vencimiento en el mismo mes.

Esta doble imposición, ya que por regla la DPEC debe facturar a servicio y lectura vencida cada dos meses, en vencimientos de pago mensuales, no solo encarece y golpea el presupuesto familiar o comercial, sino que esconde una maniobra encubierta de aumento, que usuarios ven con preocupación.

La caja dispendiosa de la DPEC ahora se transformó en una caja que ataca al consumidor, y lo expone a un doble pago, o al corte.

Las razones esgrimidas por fuentes de la empresa dicen que se debe a una falta de lectura o lectura deficiente (sic) del período vencido anterior. Es decir, la DPEC leyó mal los medidores, o lo que es por, no los leyó, y ahora piensa recargar esa falla propia en los usuarios.

Todo muy turbio, que esconde muchos interrogantes y pocas luces, que por estos días a la empresa de energía, le faltan. Por lo pronto, nadie sabe cuánto deberá pagar el mes que viene, porque la DPEC no sabe leer.

Lunes, 5 de noviembre de 2018