ACUCIANTE LLAMADO A "ESCUCHAR LOS CLAMORES" DE LOS JÓVENES
Drogas: "somos espectadores de la muerte, denunció el obispo Canecín"
Reclamó un mayor compromiso y pidió hacerse "cargo" porque "los goyanos seguimos mirando para otro lado. Es impresionante cómo está la droga instalada en nuestros barrios", apuntó para referirse también a que "se nos están matando nuestros jóvenes en la conducta vial".
Un fuerte pronunciamiento contra uno de los principales flagelos que azotan a los jóvenes, las adicciones a diversas sustancias, realizó el obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín, al referirse en su homilía del domingo a la lectura del Evangelio de ese día y a la clausura de la 15ª Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, convocada por el Papa para abordar la temática de la juventud.
Canecín, centró su homilía en el Evangelio según San Marcos donde "hemos escuchado el pasaje de la curación de Bartimeo, el ciego de Jericó" alguien a quien Jesús curó "transformando totalmente la vida", subrayó. Relató que el pasaje muestra a "un Jesús en camino" porque "rápidamente se encaminó hacia Jerusalén y en el camino iban los discípulos y entre la multitud se escuchan clamores", recordó para preguntar: "¿Cuántos gritos escuchamos hoy?", y añadió: "Hoy escuchamos los clamores (gritos) de la pobreza que a veces incomoda, la drogadependencia que creció, la violencia, la inseguridad; esos son los clamores que brotan de la sociedad de hoy", sostuvo. Seguidamente manifestó: "Hermanos, necesitamos una nueva pastoral en la Iglesia, que es la pastoral de la escucha, porque la gente tiene muchas cosas para contar y decir, pero a veces no hacemos el tiempo para escuchar; tenemos tiempo para el Whatsapp, para escuchar audios y ver videos, pero a la persona concreta no la escuchamos". Resaltó entonces que "Jesucristo se detuvo y escuchó", porque a Él "nada le fue diferente y nunca pasó de largo, se detuvo a escuchar a quien estaba al borde del camino". LA CULTURA QUE SE IMPONE Señaló luego que "estar al borde del camino es sinónimo de marginalidad y de abandono, sinónimo de ser descartable, que es propio de la cultura de hoy, porque quiere descartar a todos y quiere dejar algunos seleccionados genéticamente". Propuso, por lo tanto, una "actitud de escucha"; primero a Dios que "me habla en la Palabra, la conciencia y en la realidad. Dios, que me habla en el silencio". EN ESCUCHA Como consecuencia de su reflexión, pidió escuchar "los clamores de los jóvenes con el flagelo de la droga en esta ciudad de Goya" y denunció que "los goyanos seguimos mirando para otro lado", porque es "impresionante cómo está la droga instalada en nuestros barrios," y no omitió admitir que "no tenemos una pastoral de las adicciones organizada". Agregó en otro aspecto que "se nos están matando nuestros jóvenes; en la conducta vial somos espectadores de la muerte: ellos hacen 'avioncito' en las motos y sin luces; corren decenas y decenas de motociclistas en las rutas y a mí me tocó cruzarlos varias veces", testimonió. El Pastor diocesano, en otro tramo de sus palabras, dijo que otra actitud que brota del mensaje de la lectura del Evangelio "es la proximidad, porque Jesús se hizo próximo"; entonces pidió preguntarse "¿quién es mi prójimo?" y advirtió que "el Evangelio nos pide hoy repercusión concreta" ya que "Jesús, al igual que a Bartimeo nos pregunta: '¿Qué quieres que hagas por tí?'".
Jueves, 1 de noviembre de 2018
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