TÍO DEL NENE ASESINADO EN SAQUEO
"Le sacó la vida a un niño alegre y trabajador, espero se entregue"
"Con 13 añitos andaba cargando y descargando ladrillos para poder ayudar a su madre y para poder comer", así describía Héctor La Cruz a su sobrino Ismael Ramírez, el niño asesinado en Presidencia Roque Sáenz Peña. "¿Será que se puede descansar despúes de matar a un niño?", se preguntó y pidió al asesino "que se entregue". "Le sacó la vida a un niño alegre y trabajador".
Ismael Ramírez es el chico de 13 años que fue asesinado durante un ataque grupal a un supermercado en Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco. Radio Sudamericana habló con Héctor La Cruz, su tío, quien se mostró dolorido por la pérdida, indignado por los mensajes falsos de las redes sociales y pidió justicia.
LOS HECHOS DE AQUELLA TRÁGICA NOCHE
Héctor comentó que esa trágica noche Ismael andaba con su hermano Daniel, de 17 años. Estaban visitando la casa de su padrastro donde vive su mamá. Su madre no los pudo llevar en moto y ellos volvieron caminando a su casa, iban cortando camino cuando pasaron cerca del supermercado donde se estaban produciendo los disturbios. “Vieron un tumulto de gente y ellos quedaron atrapados entre la policía y los que supuestamente estaban por saquear, corren y ahí es donde un señor sale con un arma, le dispara y le da a Ismael en el tórax”.
“El hermano de Ismael vio todo. Él esta shockeado porque vio cuando le dispararon a su hermanito, vio que él corrió hasta donde pudo y se cayó. Este señor (el atacante) le apuntó con un arma a Daniel hasta que alguien le dijo que baje el arma. Vino un tercero los alzó en una moto y a las tres cuadras se cayeron; ahí otro desconocido los levantó y los llevo en auto hasta el hospital”, donde el niño de 13 años murió.
“Daniel, no deja de pensar en la cara del asesino de su hermano. Creo que cuando tenga que reconocerlo, lo va a reconocer. No se saca la imagen de cómo fue. Él me dice que este hombre estaba de civil y que era un arma 9 milímetro”. “Lo único que pedimos es justicia”, subrayó.
EL AUTOR DEL HECHO
“Este hombre que le sacó la vida a un niño yo creo que no tiene sentimientos, no tiene corazón o bien no es papá o si es papá no sé cómo pudo hacer esas cosas porque yo creo que ni un animal puede hacer esa cosa.
Héctor le pidió al atacante “que se entregue, que diga la verdad, que diga porqué disparó”. “Yo no le estoy jugando, ni prejuzgando, ni condenado. No le tengo bronca ni rencor porque se quién es el que le va a condenar, la justicia del hombre puede tardar pero la justica de Dios no va a tardar. Si él no se arrepiente tan vez venga una ira sobre su vida porque él saco la vida a un niño alegre y trabajador.
QUIÉN ERA ISMAEL
Héctor vive en Rosario, y contó que Ismael nació allá pero su madre decidió venir a vivir a Chaco ya que era una provincia donde se podía mover más libremente. Cabe recordar que ellos pertenecer a la etnia qom.
“En el barrio donde Ismael vive, en Saénz Peña todos lo conocen. Con 13 añitos andaba cargando y descargando ladrillos para poder ayudarle a su madre y para poder comer. Él era un chico estudioso, iba todos los días a la escuela y le gustaba jugar al básquet, le gustaba el deporte. Su travesura era andar revolcándose por el piso jugando a la bolita, al básquet, o al fútbol. Vinieron varias madres de los comedores donde reparten mercaderías a contarme lo bueno que era, lo bondadoso, lo amistoso. Él era un chico que sí tenía que servir o ayudar a alguien lo hacía”, contó.
LAS IMÁGENES FALSAS QUE CIRCULARON
Cuando recién se conoció la información, en las redes sociales se viralizó la foto de un chico armado y con tatuajes que decía ser la foto de Isamel. La imagen era falsa.
“No sé cómo estas mamás, estas personas subieron la imagen de un nene con un arma. No era Ismael. Él no tiene tatuajes, ninguno de ellos tiene tatuajes. Divulgaron y dijeron cosas que no eran. Él no era un delincuente”.
“Hoy yo no puedo ir a mi casa y abrazar a mis hijos y decirle que nunca más va a ir Ismael a casa a golpear el portón y a pedirnos una taza de cocido y un pedazo de pan. Él no tenía vergüenza de pedir, de pedir un pedazo de pan o un poco de leche. Jamás tocó nada de lo que no era de él porque eso es lo que nosotros le enseñamos. Nosotros le decíamos si tenés hambre o tenés sed golpea la puerta de cualquier casa y pedí, alguien va a salir, pero no toques lo que no es tuyo si te gusta la libertad”.
“Ya no lo voy a tener más, solo voy a tener un recuerdo en mi corazón o en mi mente. A ese hombre que le disparó le digo si se preguntaron cómo estaba la mamá, si pudieron dormir, ¿será que se puede descansar tras matar a un niño?, yo creo que no”.
Finalmente recordó que hay cientos de casos de madres y familias pasando por este mismo dolor, esperando justicia, esa justicia que nunca llega. “Esto no tendría que estar pasando si hubiera gente que supiera gobernar. Creo que esto nunca se va a terminar y no se dónde vamos a llegar así”.
Viernes, 7 de septiembre de 2018
|