PAREJAS
¿Tienes dificultad para decir NO en una relación?
En las relaciones de pareja difíciles hay un amor obsesivo o codependiente en la que uno de sus miembros, se desprecia por que siente un gran temor a ser abandonado, conllevando a un bloqueo de expresión de sus sentimientos. Algunos, pueden tener emociones dramáticas como el deseos de quitarse la vida ante la amenaza de la separación.
Estas personas no pueden decir NO AL MALTRATO y en consecuencia, asumen vivir bajo la depresión, culpa o angustia manifestándolo a través del cuerpo con enfermedades psicosomáticas. Esto debido a sus bajas defensas en el organismo: desde una úlcera y jaquecas, podría pasar por un lupus, artritis y hasta un cáncer.
Frecuentemente, el compañero de esta persona que maltrata, es intolerante, controla y subyuga a su pareja mediante el miedo, la humillación, la violencia o desprecio. No respeta la diferencia de criterios y aparecen sentimientos de celos, rabia y desconfianza.
¿Por qué la dificultad para decir NO?
Esto se debe a que la autoestima o capacidad de quererse ha sido seriamente lesionada a través de su trayecto de vida, quizás porque desde pequeños no aprendieron a enfrentar sus propios miedos y angustias o malas relaciones sentimentales anteriores. Optan por someterse y depender antes que afrontar sus problemas, manejar sus miedos y tomar las decisiones para ser autónomos e independientes con sus propias vidas. Por eso, lo más difícil no es empezar una relación obsesiva, sino terminarla, porque los sentimientos hacia la otra persona no son de amor sino de dependencia y de temor a estar solo consigo mismo.
Las personas con este tipo de relación no pueden reconocer abiertamente el desacuerdo o lo que les desagrada, porque actúan bajo la suposición de darle gusto a la otra persona. Cuando se dan cuenta que sus parejas no responden a sus expectativas, surgen diferencias individuales que consideran nocivas. Es en ese momento, cuando se dan cuenta que tienen diferentes hábitos, gustos y opiniones, lo cual es sentido como una amenaza y considerado un insulto y una evidencia de falta de amor.
Características del maltratador y maltratada No existe un perfil si tenemos en cuenta que cualquiera puede verse en esta situación. Lo que sí se ha observado es que las mujeres que pasan por ello, cuentan con unas características bastante parecidas.
No se puede identificar al maltratador como un hombre, y a la maltratada como mujer, pero las cifras se inclinan a estas consideraciones; a pesar de ello, las características que en adelante se van a citar de las mujeres maltratadas, son aplicables en el caso de los hombres.
¿Soy Maltratada? Fue maltratada por sus padres, en forma de abusos físicos, psicológicos o sexuales, o fue testigo de ellos. Aprendió a someterse a la voluntad del hombre, representado por la figura paterna autoritaria y punitiva; por ello adopta un rol pasivo, de sumisión y sometimiento en sus relaciones. Está acostumbrada a conductas violentas pues éstas han sido su medio de vida y las ve como normales. Tiene un concepto del amor que la lleva al sacrificio y a la dependencia absoluta de su pareja; en las relaciones de pareja la víctima lo da todo por el otro miembro, es altruista y está dispuesta a sacrificarlo todo por el otro, comportamientos que conducen a la dependencia exclusiva de su pareja. Necesita la aprobación de su pareja, no tienen autonomía, viven para hacer felices al otro miembro del par. Tiene la autoestima baja. Bloquea en la expresión de las emociones afectivas. Sentimientos negativos, como el miedo, rabia,culpa, depresión y angustia. No puede desligarse de la otra persona a pesar de la violencia y maltrato. Justifica los comportamientos abusivos de su pareja.
¿Soy un Maltratador? Fue víctima o testigo de malos tratos; la mayoría proceden de familias donde se han dado malos tratos, habiendo sido víctimas o cuantos menos testigos de éstos. Aprendió en su familia a ser violento, adoptando la violencia como una forma típica de relacionarse y de conseguir aquello que se desea. Aspira por medio de la violencia a ejercer poder y control absoluto sobre su pareja, no sólo en lo que hace o deja de hacer, sino también en sus pensamientos y sentimientos más íntimos. Esto lo hace mediante el miedo, la humillación y la agresividad con actitudes como la prepotencia, la injusticia o el desprecio. Intolerancia frente a la aceptación de la diferencia de criterios, pensamientos o sentimientos. No soporta errores y se convierten en personas déspotas. Irrespeta a su compañero, valiéndose de ataques físicos o verbales, ironías, sarcasmos o silencios castigadores. Desconfía de su pareja, representándolo a través de los celos patológicos, posesividad, sospechas y excesivo control. Critican, culpan, se quejan, desprecian y amenazan a sus parejas. ¿Cómo actuar? Tu pareja, por encima de todo y sin excusas, debe amarte y respetarte. Si ninguna de las dos cosas se dan (deben ser las dos o nada), estás con la persona equivocada. Recuerda: "no te merece quien te haga sufrir"
El autorrespeto es una guía, una luz en la mitad de la oscuridad. Es el punto de referencia psicológico que te dirá cuándo has perdido el norte. Si la dignidad personal se activa, el apego se diluye y pierde fuerza.
Predicar un amor recíproco es aceptar que todos los humanos son valiosos, incluido tú mismo. Resignarte a una mala relación automáticamente te quita el derecho al amor, porque serías cómplice de tu infelicidad. Defender tus derechos y negarte a la humillación te vuelve más querible y eliminar el autocastigo te hace libre.
Para vencer la dependencia y no volver a caer en ella, tu mente debe acostumbrarse a no negociar los principios. Un ser carente de ética es un individuo sin dirección, influenciable y esencialmente contradictorio. No obstante, la vida siempre te ofrece otra oportunidad; una manera de empezar de nuevo y limpiar el pasado. En lo más profundo de tu ser hay un fortín que no ha sido tocado, una reserva moral inexpugnable que te empuja a renacer y a empezar de nuevo. Utilízala.
Miércoles, 3 de enero de 2018
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