La ex mujer de Alejandro Fantino tuvo que salir hasta la puerta del hotel Meliá, de Retiro, para convencer a su novio, que no quería entrar. Miriam se quedó sentada junto a él hasta el comienzo.

Qué positivo es cuando dos ex conservan un respeto. Que evitan mirar atrás y prefieren quedarse con lo mejor del pasado, debilitando la posibilidad de caer en conflictos innecesarios y buscando la felicidad aun por caminos distintos. Da la impresión de que Alejandro Fantino (46) y Miriam Lanzoni (37) sobrellevaron su separación con madurez y mutua comprensión. Con declaraciones mesuradas y tomando una distancia pasajera que contribuyó activamente para que el duelo acelerara sus plazos y la división de bienes pasara a ser un trámite más corto de lo habitual.
En ese marco, los dos trataron de no generar noticias sentimentales con inicios de nuevos romances hasta tanto se firmaran los papeles, un elemento protocolar que se hubiera complicado por terceros o terceras con intenciones de llenar los espacios vacantes provocados por el final del vínculo. Ya con el acuerdo formalizado, el periodista y la actriz empiezan a transitar una etapa de mayor relajación. Básicamente ella, que pese a estar permanentemente con trabajo no tiene la exigencia horaria de Alejandro. La actriz estuvo en Retiro, siendo parte de un evento que se desarrolló en el hotel Meliá. Obviamente no fue sola. Lo hizo acompañada por su pareja, Christian Halbinger, quien empezó a mostrarse junto a ella de manera muy progresiva, justamente por las razones que mencionamos anteriormente. De hecho, nada de fotos besándose ni abrazados. Con un sonrisa, pero algo light para mantener la relación en un bajo perfil. Porque más allá de que con Alejandro son libres y están separados legalmente, desde que se dijeron adiós, la postura fue una sola: esquivar las confrontaciones. Hasta ahora, han cumplido a rajatabla. Entonces ¿por qué cambiar?

Lunes, 25 de diciembre de 2017