La guardia del Hospital Ángela Iglesia de Llano se encuentra en crisis habitualmente debido a la demanda de pacientes que sobrepasa la capacidad de atención.

Es que el área de Emergencias cuenta con sólo dos médicos que se abocan a la atención de los casos urgentes como también a la asistencia de personas que son derivadas desde otros centros de salud, y a socorrer a quienes protagonizaron accidentes de tránsito. La situación, producto de la falta de nombramientos en cargos vacantes por jubilación de profesionales, es acompañada por el déficit en personal técnico y camilleros.

El inconveniente está influenciado directamente por el recorte presupuestario del 35 por ciento al área de la salud, lo que dificulta la contratación de trabajadores y el abastecimiento de las herramientas. La directora del centro de Salud, Silvia Bonassies, aseguró que existe un déficit de personal lo que deviene en que “el servicio se ve desbordado”. Pero aseguró que el inconveniente fue informado a las autoridades y que actualmente “el ministro de Salud ya tiene en carpeta las posibles designaciones”.

Estos serían residentes que culminaron su etapa de formación en ese mismo centro asistencial y esperan ser convocados por las autoridades. Afirmó que en el área existen dos médicos en forma permanente, pero que “existe un incremento en la demanda de enfermos y somos un hospital regional que recibe pacientes de toda la provincia”. En este marco consideró que “existen veces que los pacientes llegan a solicitar atención por problemas que no son de urgencia, y el sector no está para esas consultas”.

Es por ello que al recibirlos “se prioriza la atención a los casos que son realmente urgentes”. La situación conlleva que ante una urgencia el nosocomio queda con un solo médico que debe asistir a por lo menos cien personas que aguardan ser atendidas, pero el reclamo más urgente es el de seguridad. La doctora Bonassies remarcó que el personal trabaja desprotegido ante los hechos violentos y robos, principalmente en horas de la madrugada en las que existe poco personal de custodia. Esto lleva a que el personal mantenga las puertas cerradas y evite permitir el acceso de muchas personas al edificio. Relató que “el hospital está asistido por la Policía y cuenta con un servicio de seguridad privada que se paga con recursos propios”.

Pero estas medidas son escasas ya que “el lugar es abierto y de gran extensión”, lo que imposibilita el control permanente. La profesional denunció que “robaron la computadora que usaban los residentes. También se llevaron el motor de un aire acondicionado”. Estos hechos delictivos se habrían concretado durante la noche que es cuando existe mayor desprotección del lugar por falta de personal. “El personal debe tener especial cuidado con los teléfonos y mochilas porque se pierden ante el menor descuido”, se quejó la profesional.

Jueves, 22 de enero de 2015