PROTESTA EN EL PORTAL SUR DE LA RESERVA IBERÁ
Inédita queja contra la muerte de la vida rural
Pobladores de los parajes Boquerón, Ivirá Pytá, Tacuaral, de jurisdicción de Mercedes y de Chavarría, se concentraron en el cementerio de esta localidad para expresar su mensaje caracterizados como zombies.
Una creativa protesta se realizó el sábado en Chavarría, Portal Sur de la Reserva Provincial Iberá, donde unos 30 campesinos y vecinos de la localidad y de los parajes ibereños del Municipio de Mercedes se concentraron para expresar un contundente mensaje al afirmar que "se está matando la cultura y vida rural correntina". Voceros de los manifestantes advirtieron que la concentración de tierras en pocas manos, en particular de empresas extranjeras, y los usos intensivos de la tierra a gran escala, como arroceras y forestaciones, son los responsables del despoblamiento rural. "Sufrimos mucho la falta de tierras, vinieron tiempos de mucha agua y se nota mucho la falta de lomas con pasturas donde llevar los animales, y para chacras también hay muy pocos lotes fértiles", testificó con tristeza Apolonia Ramírez, de la Asociación de Pequeños Productores Mbareté, del paraje Boquerón. Con maquillajes y ropas típicas, los pobladores se caracterizaron como menchos y guainas muertos, para simbolizar lo que a su entender es la muerte de la cultura correntina. El cementerio de Chavarría fue el lugar elegido, ya que se encuentra rodeado de plantaciones forestales de pinos y eucaliptos. Las plantaciones a gran escala de pinos y eucaliptos, de rápido crecimiento en la región, son denunciadas como las que generan los mayores impactos negativos, en lo social como en lo ambiental, en particular en la zona de la Reserva Iberá, donde la Universidad de Harvard posee 86 mil hectáreas a través de las empresas que ocupan una franja de 120 kilómetros de tierras aptas para la ganadería y la agricultura desde Chavarría a San Miguel. El coordinador del Movimiento de los Guardianes del Iberá, Emilio Spataro, describió que "en el Iberá encontramos un proceso consumado de acaparamiento de tierras, donde no sólo se han extranjerizado antiguas estancias de terratenientes locales, sino que también se avanza sobre tierras fiscales y sobre tierras campesinas e indígenas. Esto repercute directamente sobre la disponibilidad de tierras para usos productivos y por ende en las posibilidades de continuar con su actividad por parte de los pequeños productores". Luego el representante del grupo ecologista local Mbareté, Diego Lezcano, sostuvo que "las plantaciones forestales no dejan lugar para nada, ocupan las lomadas y si quedás cerca de una plantación forestal con un pequeño campo ganadero, ni siquiera podés manejar tu campo quemando pastizales".
Lunes, 6 de octubre de 2014
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