AFoA
Corrientes, una de las provincias más forestadas del país
La Argentina sigue sin desarrollar su potencial en forestación opinó Jorge Barros, presidente de la Asociación Forestal Argentina (AFoA). "El potencial argentino tendría que ser parecido a la superficie que tiene forestada Chile, de alrededor de 2 millones de hectáreas, aunque las posibilidades son muchísimo mayores, porque se podría plantar casi en todas partes", indicó el especialista.
Estimó que en la actualidad de 1,2 millón de hectáreas que hay forestadas, 800.000 están en Misiones y Corrientes. Después viene Entre Ríos, toda la costa del Río Uruguay con 120.000 hectáreas, después está el Delta con 60.000 hectáreas y luego, el resto, repartido en otras provincias, los Valles de Regadío, Mendoza, Río Negro.
En el norte de la Patagonia también hay unas 60.000 hectáreas de forestación, pero es en la Mesopotamia donde está fundamentalmente la industria, desde Misiones hasta la provincia de Buenos Aires", señaló Barros a "Siempre que llovió, paró ", que se emite por Radio Colonia.
Consultado sobre los niveles internos de abastecimientos, el dirigente destacó que "la superficie mayor (forestada) es de pinos. Fundamental para la industria del aserrado y que también se exportaba fuertemente hasta la crisis de las hipotecas de Estados Unidos cuando, indiscutiblemente, los precios cayeron, la demanda cayó y la madera de pino se volcó masivamente hacia el mercado interno".
Después le sigue la madera de eucaliptos, el Grandis, que se lo seleccionó para un aprovechamiento de calidad en madera seleccionada y "está reemplazando a las maderas nativas de color y luego están las típicas maderas de álamo y sauce".
"El álamo se lo usa más para la industria del aserrío, y el sauce para el triturado en la región del Delta. Para el abastecimiento interno alcanza, pero si nosotros quisiéramos sostener un desarrollo de un potencial parecido al de Chile, habría que seguir forestando", indicó.
Por otro lado señaló que se debe "seguir industrializando la actividad, sobretodo si nosotros queremos tener una actividad que tenga una pata interna, pero también una pata externa, para cuando los mercados de la construcción, especialmente en Estados Unidos, se reactiven definitivamente".
Respecto de las diferencias con Chile, fuerte exportador mundial, Barros explicó que "la producción chilena tuvo un gran desarrollo, son empresas mucho más grandes y no es tan heterogéneo. Acá conviven desde minifundistas en algunas zonas de Misiones hasta grandes empresas".
"En cambio allá, la actividad ha sido de empresas más grandes, son un grupo que tienen el grueso del sector de la plantación. Después, hay aserraderos que compran mucha madera. O sea, hay un desarrollo diferente que a ellos les permitió tener una penetración muy fuerte en los últimos 50 años en mercados no solo de Estados unidos, sino también de Europa", describió.
No obstante destacó que, "ahora con las crisis de Europa es más complejo. Nosotros hemos exportado a China con empresas grandes. A Japón lo hemos intentado, pero es un mercado muy complejo, muy de especialización y no nos ha resultado positivo hasta ahora".
Martes, 1 de julio de 2014
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