Rafael López Atrio fue condenado a 4 años y 6 meses de prisión. En tanto que su esposa e hija recibieron la pena de 3 años de prisión en suspenso. Ninguno quedará preso. Deberán cumplir ciertas restricciones y las mujeres tendrán que realizar trabajos comunitarios en una institución pública.

Un matrimonio y su hija fueron condenados por el delito de trata con fines de explotación sexual en un hecho ocurrido en diciembre de 2008 en Corrientes. Pese a la pena todos quedaron en libertad pero deberán cumplir ciertas restricciones.
El Tribunal Oral Penal Federal de Corrientes halló culpables a los acusados del delito de traslado de personas con engaño a los efectos de explotarlas sexualmente. Rafael López Atrio, alias “Cano”, de 53 años, fue condenado a 4 año y 6 meses de prisión. En tanto que su esposa e hija recibieron la pena de 3 años de prisión en suspenso. Además deberán realizar trabajos comunitarios una vez por mes durante un año en una institución pública que designará el juez de ejecución. Todos serán supervisados por el Patronato de Liberados, ya que el cuerpo tribunalicio decidió beneficiarlos con la excarcelación por el buen comportamiento y predisposición que tuvieron con la Justicia. En el fallo también se resalta que los acusados no evadieron la ley, no son peligrosos y tampoco registran antecedentes policiales.
Antes de que se conociera el dictamen, la familia juzgada resaltó su inocencia.
Cabe recordar que en su alegato el fiscal Carlos Schaefer solicitó la pena máxima que contempla 8 años de prisión para los acusados. En tanto que el abogado defensor Juan Carlos Culleri pidió la absolución de todos por considerarlos unos “perejiles” de la causa.
El hecho ocurrió en diciembre de 2008 en Corrien-tes.
Las víctimas resultaron ser tres jóvenes oriundas de la localidad de Wanda, provincia de Misiones. Una de ellas fue rescatada en el allanamiento a un prostíbulo de la ciudad de Mercedes.
Los acusados fueron Rafael López Atrio, alias “Cano”, de 53 años, que sería el dueño de una whiskería llamada “Ca-mila”, ubicada en la Ruta Nacional Nº 14, a cinco kilómetros de La Cruz; su esposa, la señora Elizabet de Avila, de 48 años, y la hija, Ana Miriam López Bravo, de 28 años, que de acuerdo a la pesquisa sería la encargada de otro local nocturno llamado “Capricho” que funciona en la localidad de Mercedes.

Viernes, 23 de mayo de 2014