La necesidad de viviendas es cada vez mas desesperante. Día a día vemos como decenas de familias se arriesgan a ocupar terrenos baldíos, inundables, llenos de alimañas, sin agua, ni luz, ni servicios de ninguna clase, cubriéndose con toldos de plásticos, hacinados, con tal de tener un lugar donde vivir.

Muchas de esas familias están hace años inscriptos en el INVICO esperando una vivienda, pero hasta la fecha no tienen respuestas.

En el INVICO las viviendas por el sistema EPAM (Esfuerzo Propio y Ayuda Mutua) prácticamente han desaparecido. Se hacen algunas viviendas a cuentagotas. No se invierte en este tipo de viviendas sociales.

De los más de $ 20 millones que llegan por mes al INVICO desde Nación, lo que se invierte en el EPAM apenas supera los $ 600 mil por mes, o sea solo el 3 % De los fondos que envía la Nación en concepto de coparticipación FONAVI, es lo que se invierte en estos programas que se destinan a las familias que no cuentan con los ingresos suficientes para participar de los sorteos del INVICO.

Por otro lado el último sorteo de viviendas en el INVICO fue en el año 2007. Hace 7 años que EL INVICO no sortea viviendas en la ciudad capital de Corrientes donde hay más de 22.000 familias inscriptas.

Mientras tanto se continúa pagando mayores costos a las empresas por más de $1.500.000 casi todos los meses. Se gasta más en pagar mayores costos que en el programa de viviendas EPAM.

Se realizan gastos innecesarios como por ej. Las intimaciones masivas y abusivas contra los adjudicatarios, que demandan al Organismo gastos innecesarios en pagos de Comisiones de Tercerizaciones internas, más viáticos, combustible, imprevistos, y otros gastos.

Es hora de parar con los gastos superfluos, construir viviendas sociales, y atender los reclamos de los trabajadores, y los pagos de los adicionales FONAVI congelados por Rodríguez hace 4 años.


Jueves, 10 de abril de 2014