MIÉRCOLES DE CENIZA
Al iniciar la Cuaresma, Stanovnik pidió evitar "una religión artificial"
Con la misa del Miércoles de Ceniza, el arzobispo, Andrés Stanovnik, dio inicio al período de la Cuaresma para los cristianos de la provincia. Ante centenares de fieles que se acercaron a la Catedral, Monseñor hizo un llamado para "volver a Dios" y exhortó a la ciudadanía a evitar caer en una "religión superficial, practicada sólo para ser vistos".
"Cuaresma es un tiempo de gracia, en el que nos preparamos para celebrar la Pascua de Jesús, su paso de este mundo al Padre, que es el gran misterio de nuestra fe y de toda la historia humana. Gracias a ese paso, también nosotros anticipamos nuestra propia pascua y nuestra redención", indicó el Arzobispo al comienzo de la Homilía. Stanovnik agregó que el período que comenzó ayer es un "tiempo de oración, reflexión y austeridad, en el que hay que rezar más". "La primera invitación que escuchamos hoy en la Palabra de Dios es una fuerte exhortación a ‘volver a Dios’. Orar es responder a Dios que nos habla, por eso, para orar bien es necesario escuchar primero, y abrir el corazón con toda confianza ante el Señor, porque él es bondadoso y compasivo", expresó.
En este sentido y tomando como referencia el mensaje de Cuaresma del Papa Francisco, el Arzobispo hizo mención del pensamiento egoísta "que seduce y descarta a Dios de la existencia". "Francisco escribió: Si consideramos que no necesitamos a Dios, que en Cristo nos tiende la mano, porque pensamos que nos bastamos a nosotros mismos, nos encaminamos por un camino de fracaso. Dios es el único que verdaderamente salva y libera", recordó.
Y continuando con la advertencia inicial, Monseñor expresó: "Es necesario volver a Dios de todo corazón y animarse a comprometer con él toda nuestra vida. Pero para eso es preciso dedicarle tiempo. No basta una invocación pasajera a Dios para pedir ayuda en alguna situación apremiante o una oración dicha al pasar". LA CONVERSIÓN "Volver a Dios de todo corazón", fue también la esencia del mensaje local para el tiempo de Cuaresma, donde el Arzobispo hizo hincapié en que la palabra clave de este período es "conversión".
"Estar dispuesto a convertirse, es darse cuenta de que no todo está bien y de que no se puede seguir así. La primera es a Dios; la segunda mira al prójimo. Y podemos añadir también la conversión social, que es el cambio de mentalidad y de conducta que necesitamos para hacernos cargo efectivamente de nuestros hermanos y hermanas, y en primer lugar de los que están más desprotegidos", dijo.
En este punto, el llamado a la solidaridad y el compromiso tomó protagonismo y el eclesiástico mencionó la situación de los más humildes: "El Papa Francisco nos impulsa a salir a las periferias geográficas, culturales y existenciales. En realidad, la conversión pastoral, misionera y social, nos debería llevar a mirar la realidad de nuestro pueblo desde los límites más alejados del centro. Allí nos vamos a encontrar con muchas personas y familias sin la atención de sus necesidades básicas y lo que es aún más grave, sin el anuncio de Jesús. Pero para ver esa realidad es necesario mirar hacia ese lado y caminar en esa dirección".
Jueves, 6 de marzo de 2014
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