Junto a familiares de las víctimas, organizaciones de Derechos Humanos y militantes de varios partidos; el intendente Fabián Ríos honró el legado de Vicente Víctor Ayala, Julio César Barozzi , Diego Orlando Romero y Jorge Saravia Acuña. A 38 años de sus desapariciones, colocaron una placa recordatoria en el lugar donde fueron secuestrados.

El Jefe Comunal advirtió sobre “los discursos y actitudes” de los que “alimentan la desestabilización para quedarse con el poder y volver a crear las condiciones de desigualdad social”.


Con la presencia del Intendente Fabián Ríos, familiares y amigos recordaron a los cuatro estudiantes y obreros que fueron secuestrados el 16 de febrero de 1976 por la calle Moreno casi Salta, frente al club San Martín.


Del acto que se realizó este domingo participaron también funcionarios municipales, concejales, organizaciones sociales, de Derechos Humanos, y un importante número de militantes y dirigentes de partidos que integran el Frente para la Victoria.


En el lugar donde 38 años atrás fueron secuestrados por fuerzas represora los militantes justicialistas Vicente Víctor Ayala, Julio César Barozzi , Diego Orlando Romero y Jorge Saravia Acuña; el municipio colocó una nueva placa que recuerda sus legados y trayectoria.


Escoltado por los familiares de los desaparecidos, entre ellos su Secretario de Economía Social el ingeniero Diego Ayala; hijo de Vicente Víctor Ayala; el intendente Fabián Ríos destacó la importancia del Partido Justicialista como “herramienta de transformación social”. Criticó los individualismos y egoísmos, “especialmente el de aquellos cuyos razonamientos parte del bolsillo y lamentablemente muchas veces se termina imponiendo sobre las mayorías populares”.


El Jefe Comunal advirtió sobre “los discursos y actitudes” de los que “alimentan la desestabilización para quedarse con el poder y volver a crear las condiciones de desigualdad. Luego cuando la gente protesta por las situación sociales y económicas injustas, terminan así; con su nombre en una placa en una vereda del país. Debemos defender las conquistas de estos últimos 10 años para que la historia de “Los Cachos” no se repita nunca más”, expresó.


“Estos chicos defendían los derechos populares. Hoy más que nunca debemos poner atención a lo que decimos y hacemos para reconquistar fortaleza y el apoyo de la mayoría de la sociedad. Cada fecha como esta va a tener un significado especial para la Municipalidad con el fin de mantener viva la memoria”, finalizó Fabián Ríos.


“MÁS UNIDOS Y PRESENTES QUE NUNCA”

El acto comenzó con las palabras del abogado Hermindo González, integrante del Instituto Municipal de Promoción de los Derecho Humanos expresó, quien recordó que “la dictadura cívico-militar golpista vino por todos los que luchaban por una patria más justas y más digna. Se llevó de este mismo lugar a estos cuatro compañeros, pero se llevó solamente sus cuerpo, porque sus banderas y su lucha permanecen vivas para siempre”.


González destacó la fortaleza de la democracia a partir del 2003, cuando la Argentina serena, pero firme anuló las leyes del silencio. También recordó que en Corrientes ya son cinco los juicios con condena a represores y genocidas.


A la militancia presente, se les pidió acompañar “al Gobierno Nacional que reivindica la lucha de los que hoy no están”. “Tenemos que estar alertas porque hoy, los mismo que derrocaron a un gobierno democrático, se vuelven a disfrazar para atacar a las Democracia con golpes al bolsillos y a la justicia. Tenemos que estar más unidos y presentes que nunca”, dijo Gonzales.


“Queremos construir una patria más justa, más solidaria más humanitaria, con la movilización popular y con el apoyo a las gestiones de la Nación y el Municipio de la Ciudad de Corrientes”, agregó. “Esto es peronismo, tenemos que estar más unidos que nunca, hay que estar unidos y organizados”, culminó.


POR UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA, IGUALITARIA Y EQUITATIVA

Por su parte el doctor Néstor Ayala, hermano menor del desaparecido Vicente “Cacho” Ayala, comentó “fue un acto muy emotivo” en el que “recordamos a los compañeros que lucharon para que la sociedad fuera más justa, más igualitaria y equitativa”. El médico alertó que “hoy se está tratando de interrumpir los procesos del Gobierno nacional y popular. Por eso es importante destacar y recordar la figura de estos compañeros que dieron su vida por una Argentina más justa y solidaria”.


Para el ex presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Corrientes, Mario Marturet, fue “una conmemoración muy importante” porque “”estos cuatro muchachos esta simbolizada la lucha de gran parte del pueblo”. El referente histórico de los DD.HH. dijo “estamos seguros que la historia no se va a volver a repetir, porque hay una juventud que lucha para que eso no suceda”.



El texto del nuevo recordatorio, donado por la gestión del intendente Fabián Ríos dice: “En este preciso lugar, un 16 de febrero, los secuestraron y se los llevaron para siempre. La dictadura cívico-militar, enemiga del pueblo y de los militantes populares, resolvió sobre sus jóvenes vidas. Sus familias, amigos y compañeros jamás los volvieron a ver: Vicente Víctor Ayala, Julio César Barozzi, Diego Orlando Romero, Jorge Saravia Acuña”.


Y finaliza: “A 38 años de aquel aberrante hecho. A 38 años de sus desapariciones forzadas, los recordamos con el mismo amor con el que se supieron ganar, por sus cualidades de solidaridad y compromiso con la causa del pueblo. MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA”.


El acto también sirvió como desagravio, hace dos semanas la placa recordatoria de cuatro jóvenes desaparecidos que estaba en la intersección de las calles Salta y Moreno fue robada. Los familiares de las víctimas de la última dictadura militar comentaron que la sustracción tuvo carácter ideológico y descartaron que el daño pudiera estar relacionado con lo económico, por el costo ínfimo del recordatorio.


El 16 de febrero de 1976, durante un procedimiento policial y militar, los jóvenes fueron interceptados en la esquina en la que se había colocado la primera placa, en la iglesia La Cruz y frente al Club San Martín, donde fueron detenidos y luego desapare­cidos.




En 2009, la Justicia Federal condenó a solo un militar, el ex comisario Diego Ulibarrie a 25 años de prisión al hallarlo autor de privación ilegítima de la libertad agravada por su calidad de funcionario público, cuatro hechos de detención violenta y uno de aplicación de tormentos.

Lunes, 17 de febrero de 2014