La cantidad de incidentes viales sumada a la afluencia de enfermos de otras localidades mantienen al servicio del Hospital Escuela al límite. Para respaldarse, los envían a otros nosocomios. Admiten que deberían volver a pensar en una ampliación de camas.

Desde hace varias semanas, los hospitales Ángela Iglesia de Llano y José Ramón Vidal atienden, además de las consultas de pacientes que concurren al nosocomio, también a las derivaciones que reciben desde el Hospital Escuela.
Es que los meses de enero y febrero, habitualmente más calmos en la demanda de atención, se volvieron cada vez más concurridos en demanda de atención médica, especialmente por casos de accidentes viales y personas lesionadas por peleas o riñas.
“Estamos con mucha cantidad de camas ocupadas por la gran afluencia de pacientes”, confirmó a época Alfredo Revidatti, director asociado del establecimiento. “Tenemos mucha cantidad de pacientes accidentados, en especial los fines de semana. Eso hizo que se colme el hospital, junto con la atención de personas que tienen otras enfermedades”, explicó el médico. Según precisó, la mayor cantidad de accidentes que resultan con lesiones o incluso víctimas fatales se registran en Capital. “El 80% de esos accidentes involucra a motos”, indicó.
Así, como alternativa, los profesionales debieron comenzar a derivar la atención de algunos casos a otros hospitales. “Tratamos de que sean los casos que no requieren una atención exclusiva, nos quedamos con los pacientes politraumatizados, o quienes padecen enfermedades neurológicas”, puntualizó Revidatti.
El hospital Llano y el Vidal son quienes reciben ahora las derivaciones. “Siempre colaboran con nosotros. Nos ayudamos mutuamente con muchas cosas”, aseguró. Así, aunque el año pasado se amplió el número de camas con que cuenta el establecimiento, parece no haber sido suficiente. “En algún momento habrá que volver a plantear la necesidad de aumentar”, deslizó al final.

Viernes, 14 de febrero de 2014