SALUD
Los niños también se deprimen: cuáles son las señales de alerta y qué hacer, según expertos
Aunque es un desafío reconocer sus manifestaciones, el acompañamiento adecuado y el apoyo emocional pueden transformar la vida de los niños que la padecen.
La depresión infantil es un trastorno del estado de ánimo que afecta a niños y adolescentes, aunque a menudo pasa desapercibida. Este problema puede manifestarse de manera distinta en comparación con los adultos, dificultando su detección temprana. Según expertos, entender las causas y señales es clave para ofrecer un acompañamiento adecuado y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
Cómo se origina la depresión en niños Las causas de la depresión infantil pueden ser diversas y, en muchos casos, están relacionadas con factores biopsicosociales. Esto significa que existe una combinación de predisposición genética, experiencias traumáticas y el impacto de un entorno familiar o social adverso. Por ejemplo, un niño que ha enfrentado la pérdida de un ser querido o vive en un ambiente de estrés constante podría desarrollar este trastorno.
Además, es importante considerar cómo los vínculos cercanos y el apoyo emocional contribuyen al desarrollo de la salud mental en los niños. Cuando estos factores son insuficientes o inestables, pueden aumentar las probabilidades de que se presenten síntomas depresivos.
Señales de alerta para identificar la depresión infantil Los especialistas enfatizan que la depresión en niños puede aparecer de forma más sutil que en los adultos. Entre las señales más comunes, destacan:
Disminución del interés por actividades favoritas: los niños pueden dejar de disfrutar juegos o pasatiempos que antes les resultaban emocionantes. Síntomas físicos inexplicables: dolores de cabeza o de estómago recurrentes sin causa médica aparente son un indicio común. Alteraciones en el sueño y la alimentación: problemas para dormir, cambios en el apetito o en los hábitos alimenticios son señales a considerar. Llanto frecuente y baja autoestima: estos comportamientos reflejan una dificultad para manejar las emociones y una autopercepción negativa. Irritabilidad y aislamiento social: un aumento en la sensibilidad emocional o la tendencia a evitar la interacción con otras personas pueden ser síntomas significativos.
Es crucial diferenciar estos indicadores de episodios normales de tristeza o enojo, que son habituales en el desarrollo infantil. Cuando los cambios emocionales persisten e interfieren con las actividades diarias, es momento de prestar atención.
Qué hacer ante los síntomas de depresión infantil Ante la sospecha de depresión infantil, los expertos recomiendan actuar de manera oportuna. El primer paso es iniciar un diálogo con el niño, brindándole un espacio seguro para expresar sus emociones. Esto puede ayudar a comprender lo que está experimentando y sus posibles desencadenantes.
Involucrar a otros adultos que participan en su vida, como maestros, entrenadores o cuidadores, también puede ser útil. Estos actores pueden ofrecer una visión complementaria sobre el comportamiento del niño en distintos contextos y colaborar en la identificación de señales preocupantes.
Sin embargo, el diagnóstico y tratamiento deben estar a cargo de profesionales de la salud mental. Psicólogos y psiquiatras especializados en niños tienen las herramientas para realizar una evaluación adecuada y proponer intervenciones terapéuticas que mejoren su bienestar.
La importancia de la detección temprana La detección y atención temprana de la depresión en niños puede marcar una gran diferencia en su recuperación. Ignorar o minimizar los síntomas podría tener consecuencias a largo plazo, afectando su desarrollo emocional, social y académico. Por ello, mantenerse atentos a los cambios en el comportamiento y buscar ayuda profesional son pasos fundamentales para garantizar un futuro más saludable.
Miércoles, 29 de enero de 2025
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