Ellos están ahí siempre, pendientes y dependientes… saben si ese día el estado de ánimo no es el mejor, perciben sonrisas y lágrimas. Y allí están, atentos, predispuestos, fieles. Por eso, los perros y las mascotas en general son considerados como los mejores amigos del hombre y la mujer, una frase popular que hace tiempo rompió el molde de lo trillado para convertirse en casi una máxima de la vida.

Por eso, también, en este Día del Amigo bien vale un reconocimiento para ellos y, por qué no, para los amigos de estos amigos: los proteccionistas de animales. Ellos son los que constantemente están dispuestos a brindarles ayuda y contención en sus refugios, sitios que se tornan trascendentes para la vida, pero tantas veces son olvidados en medio de un gris anonimato social.
Si bien lograron una notoria expansión en la tarea de difusión de actividades a partir del desarrollo de las redes sociales, como también experimentaron la incorporación de una nueva generación con firme conciencia proteccionista, todavía la actividad debe luchar contra las carencias de recursos y la inhumana indolencia.
“En el refugio tenemos para adopción a unos 60 perros, una cifra que tratamos de no superar porque es un predio prestado y no podemos ampliar la infraestructura de protección, como lo necesitamos”, señaló a El Litoral Lucy Oviedo, principal referente de la Asociación Civil Rabitos Felices que cuenta con ocho años de tarea solidaria en el ámbito.
“Estamos limitados en poder ayudar a más animales -agregó Lucy-. Por eso, buscamos la manera de que los que están en el refugio puedan tener un hogar, aunque lamentablemente algunos que ya estaban muy viejitos fallecieron antes de que alguien los adopte. Intentamos que por cada uno que se va a un nuevo hogar, ingresen dos o tres, pero no más de eso”.
La proteccionista también explicó que “la mayoría de los perros en el refugio son de un año en adelante, porque a los cachorritos no los podemos tener, ya que demandan una atención constante. Entonces tratamos de difundir sus casos y si alguien se ofrece para cuidarlos, los damos”. En este sentido, “con el tema de la cuarentena (por la pandemia del coronavirus), mucha gente que no estaba trabajando pudo ayudar y darles un hogar transitorio a los cachorritos, porque la gente estaba permanentemente en sus casas. En ese aspecto, la cuarentena nos benefició”, dijo.
Además, Lucy se lamentó porque los casos de abandono de animales se mantienen en aumento. “Desde la asociación hacemos mucho hincapié en que la gente esterilice a sus mascotas, porque es la única manera ética y responsable de controlar la sobrepoblación que hay”, indicó.

Al rescate
La titular de Rabitos Felices admitió que no llevan un registro exacto de cuántos casos de adopción y rescate atendieron en los casi diez años de actividad, “pero fueron muchos, fueron muchos…”, dice como repasando mentalmente ese lapso de desempeño como entidad. “Todos los días tenemos casos nuevos”, apuntó.
Asimismo, consideró que “para nosotros es un alivio que existan varias asociaciones en este ámbito, no sé si están de manera formal, pero hay muchas que trabajan a través de las redes sociales”. En este contexto resaltó que “ahora hay una nueva generación de proteccionistas que se sumó a los pioneros: Mapac, que hoy en día se dedica un poco más a atender a los caballos, el grupo Patitas y nosotros, Rabitos Felices. A su vez, de nuestro grupo derivaron nuevas asociaciones y actualmente hay muchas entidades. No sé si tienen refugios, pero por lo menos postean un caso, piden aportes económicos, dan tránsito o buscan adoptantes. Eso ayuda mucho”, remarcó.

Concientización
En un análisis sobre la concientización social del proteccionismo y la necesidad de tener un trato responsable con las mascotas, Lucy entiende que “hay un círculo vicioso”. Al respecto explicó: “Antes no conocíamos la posibilidad de la esterilización y de medidas de cuidado de nuestras mascotas, sino que venía la perrera, se llevaba el perro que estaba en la calle y lo sacrificaba. Pero en la actualidad, gracias a Dios, se erradicó esa práctica. Y si bien hay muchas asociaciones que se dedican puntualmente a las esterilizaciones, también la gente parece relajarse y dice: ‘Si total hay muchos rescatistas’. Y no les importa nada”.
Entonces, agregó, “hay que tratar de que las personas entiendan que hoy el animal es parte de la familia. Que no se lo maltrate y que traten de ser responsables a la hora de adoptar”.
Amparo
“El refugio se sustenta a través de la ayuda de la gente. Muchos aportan voluntariamente recursos, lo que pueden. Otros, directamente compran y donan los productos que estamos necesitando. Nuestra principal necesidad de todos los días es el alimento balanceado; también requerimos arroz, que lo cocinamos con carcazas de pollo o carne molida, lo que consigamos”, contó Lucy y acotó: “Además, necesitamos artículos de limpieza”.
El predio en que actualmente funciona el refugio “nos prestó muy gentilmente la señora Lidia Romero, a la cual estamos muy agradecidos”, reconoció y admitió que “nuestro sueño es poder tener un refugio amplio y con toda la infraestructura necesaria”. Para ello, “tenemos un terreno propio y está cercado y todo, tiene una pieza grande, pero por la situación económica y la pandemia quedamos en stand by. Hay que comprar materiales de construcción, hacer correctamente los desagües y levantar una estructura que resguarde muy bien del clima y brinde seguridad”, puntualizó la referente de Rabitos Felices.
Amigos fieles
“Sin dudas, los perros y las mascotas en general son los mejores amigos. Porque uno generalmente está inmerso en su vida cotidiana, el trabajo, el estudio, cualquier actividad que por ahí es estresante con sus frustraciones y satisfacciones, pero cuando llegamos a nuestras casas ¿quién nos recibe felices?”, planteó Lucy entusiasmada.
“A la fuerza tengo un zoológico en mi casa, jaja”, dijo el ser consultada si tiene muchas mascotas. “Tengo a los perritos más vulnerables que no pueden estar en el refugio porque demandan mucha atención. Entre ellos, un perrito que está cuadripléjico, que fue afectado por una bacteria que transmite la garrapata”, contó.
—“Entonces habrá que saludarlos a ellos también, ¿no?”, le planteó El Litoral.
—“Creo que a los primeros que saludaré antes que a mis amigos humanos va a ser a ellos, tanto a los de la casa como a los del refugio. Inclusive algunos que suelen andar por las calles: son los amigos del barrio, jajaja”, subrayó en el final de la charla.

Lunes, 20 de julio de 2020