INEQUIDAD VIRTUAL
La educación no vivió una tragedia con la pandemia gracias a whatsapp
Aunque hubo instituciones que supieron amortiguar el golpe que significó trasladar la escuela a los hogares, un alto porcentaje de colegios rurales de la provincia se encontró con una gran limitación: Internet. Docentes de diferentes departamentos brindaron detalles de la dura realidad.
Desde el día 1 del aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por el Gobierno nacional para prevenir el avance del coronavirus, docentes y alumnos de todo el país debieron atravesar nuevos desafíos para continuar la formación a través de múltiples plataformas digitales que, lejos de los resultados académicos que se obtuvieron, esta experiencia volvió a marcar una gran brecha entre quienes asisten a instituciones en zonas urbanas y quienes lo hacen en espacios rurales. Muchas son las historias que se comparten en las redes sociales de maestros o profesores, que impulsados por su vocación imprimen actividades para confeccionar cuadernillos y acercarlos hasta los hogares de los chicos, o abundan también casos como los de Franco Alberto Mayco, estudiante universitario de Catamarca, que debió rendir un examen en la parada de colectivo, para tener acceso a Internet, o Jeremías, el niño pampeano que buscó señal a caballo para enviar su tarea. Si bien estas son situaciones que demuestran esfuerzos por mantener activa la relación entre alumnos y docentes, como sucede también en la provincia de Corrientes, el contexto de pandemia sacó a la luz la brecha digital que existe aún en pleno siglo XXI. EL LIBERTADOR dialogó con maestros y profesores de instituciones rurales de diferentes departamentos, quienes expresaron que más allá del acompañamiento que se recibe desde el Gobierno y de las iniciativas con programas o plataformas que se impulsaron para contar con aulas virtuales, existe un 80 por ciento de escuelas del Interior que sólo pudieron mantener relación hasta hoy con sus alumnos únicamente a través de Whatsapp. Incluso, se animaron a destacar que "la educación no vivió una tragedia con la pandemia, sólo gracias a Whatsapp". Relataron, además, que "muchos docentes reciben los trabajos hasta cuatro o cinco horas más tarde del momento en el que envían los chicos, porque la señal en zonas rurales no es frecuente, por momentos se corta Internet y demora en volver la señal". "No existe otra opción. Olvidate de las teleconferencias, de rees virtuales o clases por Zoom. Se necesitan 50 megas más o menos para tener una conexión buena y si en Capital uno cuenta con 25 megas, ya nota que la red se satura con el uso de dos dispositivos, imaginate lo que pasa en la comunidad rural, donde ante la falta de fibra óptica, deben pagar paquetes de datos continuamente para que los chicos puedan cumplir", precisó un docente del departamento de General Paz. En los pueblos, también se apeló a la solidaridad, hubo casos en los que tutores que viven en cercanía a los docentes de sus hijos, fueron hasta sus casas para pedir la clave de Wifi y así poder enviar los deberes. "¿Cómo te podes negar a brindarles la clave, si continuamente le estamos enviando actividades para que las realicen", señaló una maestra de Nivel Inicial del departamento de Mercedes. Relataron, además, que continuamente se viven situaciones angustiantes. "Conocemos a nuestros alumnos, conocemos a los tutores, sabemos las dificultades económicas que se viven en su vida cotidiana. Muchos se dedican a la actividad productiva, puntualmente a la agricultura y sabemos que el pago casi nunca es el adecuado", indicó un docente del Interior, a lo que agregó: "Duele a veces saber que de lo poco que ganan, deben destinar un monto para cargar saldo a sus celulares y poder cumplir con nosotros". "La pandemia se convirtió también en una vidriera, porque volvió a exponer las desigualdades entre las zonas urbanas y rurales", manifestaron desde el Sur de la Provincia. "Tristemente tengo que decir que perdí contacto con algunos de mis chicos y siento dolor porque sé el lugar que ocupa la escuela rural en sus vidas, allí sí se cumple la función del segundo hogar y somos una gran familia", admitió otro docente del departamento capitalino; quien además destacó: "Entendemos que el Gobierno provincial está haciendo lo posible por invertir en la extensión de la red de fibra óptica, pero el coronavirus nos tomó por sorpresa y generó un daño colateral muy fuerte".
Martes, 16 de junio de 2020
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