Referentes del sector presentaron un documento con estrictas normas de seguridad e higiene, y destacan que buscan afrontar la crisis tras casi dos meses sin trabajar. Desde el Gobierno provincial indicaron que solicitaron a Nación la reapertura de estos centros.

Análisis. Los representantes de gimnasios se reunieron con miembros del comité de emergencia, a quienes presentaron un documento con el protocolo establecido.
Análisis. Los representantes de gimnasios se reunieron con miembros del comité de emergencia, a quienes presentaron un documento con el protocolo establecido.

“Gym es salud” es el eslogan con el cual la Asociación de Gimnasios de Corrientes que nuclea más de cien salones fitness de la provincia desde hace varias semanas solicita apoyo para su reapertura, como también créditos o subsidios para mantener la fuente de trabajo. Desde el sector precisaron a El Litoral que con esto buscan alivianar la crisis que atraviesan por la paralización laboral de casi dos meses.

Por un lado, en la jornada de ayer el secretario general de Gobierno, Carlos Vignolo, expresó a un medio radial que solicitaron a Nación la apertura de los gimnasios (junto con la de bares y restaurantes), pero todavía no hay una respuesta formal.

Por otra parte, para demostrar que pueden retornar, la asociación guionó un estricto protocolo de seguridad e higiene. “Hoy los gimnasios tienen el estigma social de que son un foco de infección, pero nosotros queremos llevar claridad de que un lugar de contagio es aquel que no toma las debidas medidas. Nosotros, en cambio, nos capacitamos para dar un servicio muy relacionado a la salud del paciente.



Tantos años trabajamos en contra de la hipertensión, la obesidad, el tabaquismo y ahora también tenemos capacitación para tener lugares cuidados para entrenar”, explicó a El Litoral el presidente de la Asociación de Gimnasios de Corrientes, Vicente Farías. Fue así que los referentes del rubro diagramaron un nuevo esquema de trabajo que establece límites en la cantidad de usuarios que pueden ingresar al salón, redistribución del equipamiento con 2 metros de distancia, suspensión de clases que impliquen contacto, demarcación de los espacios, provisión de alcohol en gel o líquido en el acceso y salida, no permitir ingreso de mayores de 65 años, desinfección constante de las instalaciones y maquinarias, entre otras medidas.

Crisis El protocolo preventivo se presentó semanas atrás junto con un documento en el que realizan pedidos especiales ante la difícil situación que atraviesan, dado que llevan casi 60 días sin actividad regular. El informe está centrado en tres ejes: solicitar la reapertura con todos los cuidados establecidos, pedido de un crédito aún más flexible que funcione como subsidio para todo el circulo de trabajadores que forman parte de los gimnasios (profesores, instructores, personal de limpieza, administración).



En este sentido, Vicente Farías dijo: “Nos movilizamos para pedir audiencia, logramos reunirnos con el Comité de Crisis al que le presentamos un informe detallado de lo que estamos viviendo porque no tenemos ningún tipo de facilidad. Aunque se pueden dar clases online, tenemos que seguir cubriendo los gastos del alquiler, impuestos y demás. Esto llevó a que muchos colegas tuvieran que cerrar definitivamente, porque no pueden afrontar las deudas y quebraron”.

Por su parte, el propietario de un gimnasio indicó a El Litoral que “se gestionó un subsidio para el personal, que dentro de la matriz de costo del emprendimiento, es lo primero que debíamos atender porque todos ellos viven de esto. Todavía no tuvimos respuesta. Pedimos más bien una ayuda económica a tasa cero, con el objetivo de devolverlo una vez que se reactive la actividad.

Esto es por todos los costos de alquileres, impuestos, servicios e inversiones”. Es decir que, por la situación de emergencia, solicitaron un crédito a tasa cero con el fin de brindar una protección a sus trabajadores. En esa misma línea, desde un centro de pilates, Mario comentó a El Litoral: “Llevamos dos meses sin ningún tipo de ingreso. Para nosotros es imposible aguantar esta situación. Por eso la asociación hizo los pedidos de reapertura a las autoridades. Además, lo más importante es recordar que los gimnasios no son un lugar de contagio como se quiso tildar, por el contrario, es un rubro de salud”.



En el caso particular del pilates, es una actividad que tiene camas separadas, y ya se venían implementando protocolos de higiene y seguridad. Por lo pronto, el Gobierno garantizó un crédito con una tasa más baja que la usual, pero ante la condición de crisis muchos no se animan a tomar los riesgos que implica dicha solicitud. Además, en este contexto, en la jornada de ayer, Carlos Vignolo, expresó a un medio radial que solicitaron a Nación el retorno de los gimnasios (junto con la de bares y restaurantes), así que la respuesta no será inmediata.

“Está pandemia nos afecta a todos y nos dio la posibilidad de replantearnos muchas cosas, una de ellas fue la preponderancia de la actividad física en la salud de la comunidad. Actividad que desde hace dos meses no podemos ejercer, por eso te pedimos que nos ayudes a visibilizar nuestro reclamo, para que, de forma ordenada y con las medidas de seguridad pertinentes, podamos volver a abrir nuestros gimnasios”, manifestaron desde la asociación en un comunicado en el que convocan a la población a unirse al pedido online.




Viernes, 15 de mayo de 2020