El gas envasado en esta provincia se encuentra en­tre los servicios esenciales. Mientras en 2019 la garrafa social tuvo tres aumentos, pasando de $220 en enero a $340 en mayo, desde ese momento no se aplicaron nuevos incrementos. Días atrás la secretaría de Ener­gía de la Nación dio a cono­cer un nuevo cuadro tari­fario, el cual aún no rige en esta parte del país.

NORTE de Corrientes consultó a algunas dis­tribuidoras de la ciudad, desde donde sus titulares explicaron que la situación del sector es compleja. Ade­lantaron que enviaron un reclamo al estado nacional, por medio del cual esperan recibir un subsidio, ya que los costos no se han actuali­zado desde hace un año.

Rivas, referente de una de las empresas locales consul­tadas, explicó que como los sueldos de los empleados aumentaron cuatro veces y el gasoil se fue a las nubes, la única forma de compen­sar es realizar aumentos en el servicio de envío a domi­cilio. Al tiempo que destacó que tampoco están en con­diciones de realizar subas muy importantes, teniendo en cuenta la crisis general.

Lo cierto es que en ene­ro del año pasado, el tubo de gas de 10 kilos costaba $220, en febrero de ese año la Nación autorizó la pri­mera suba, llevándola ofi­cialmente a $302, pero en la mayoría de las ventanillas de ventas de esta ciudad, las mismas fueron comerciali­zadas a $300, por una cues­tión de cambio, explicaron desde las empresas consul­tadas.


El segundo aumento en lo que va del año llegó el pa­sado 10 de mayo, llevando la garrafa social a $330, un ajuste que volvió a golpear al bolsillo, pero que no sería el último que se tenía pre­parado para el mes de mayo, ya que el 30 de ese mes se aplicó una nueva suba, del 4% aproximadamente, haciendo que llegue a los $345, pero que finalmente terminó cobrándose $340, valor que se mantiene hasta la fecha.

En lo que respecta al servicio de envío a domici­lio, la misma comenzó en 2019 con un costo de $350, mientras que con los suce­sivos aumentos llegó a fin de ese año a los $465, y en la actualidad su precio es de $480.

DEMANDA EN CUARENTENA

Sin duda la cuarentena empujó a que las fa­milias cocinen más, el encierro, la an­siedad y el tiempo disponible hicieron que muchas perso­nas que antes no pasaban muchas horas en la cocina ahora lo hicieran. Sobre el tema, los empresarios del sector explicaron que desde los primeros días la gente se desesperó por comprar.

“Al principio era porque tenían miedo que de no haya más gas, que hubiera escasez, por eso se compra­ba mucho”, comenzó expli­cando el titular de una de las distribuidoras consultadas por este diario, para luego aclarar: “Durante el mes de abril vimos que las ventas seguían altas y los pedidos eran constantes, además de las filas en las ventanillas”.

Las cifras hoy dan como resultado una duplicación en las ventas de gas en la mayoría de los comercios de la ciudad.

“La gente está cocinando más, y eso se nota”, resumió uno de los vendedores con­sultados.

Lunes, 11 de mayo de 2020